LUPO, UN DELFÍN CON MUCHA HISTORIA

¡Hola, soy Lupo! Nací en 1963, soy un delfín mayor, pero os contaré una historia de cuando era joven,atractivo y gamberrete. En 1980, con 17 años, viví una gran aventura con los que ahora son mis grandes amigos, El pulpo Pulpi, el tiburón Fleky y la tortuga de mar Dori. Los conocí en el grande y odioso acuario de Portugal y os contaré por qué.

Yo vivía con unos amigos en el mar Mediterráneo, pero un día mientras daba un paseo solo, noté que me perseguían. Miré hacia atrás una o dos veces pero no había nadie. De repente, dos grandes barcos me acorralaron y me capturaron con una red. Cuando me di cuenta estaba atrapado en una gran pecera por culpa de los humanos.

Estaba asustado, no sabía para qué me querían. Entonces intenté escapar dando inmensos saltos, pero no había manera. De pronto, un gran tiburón, un pulpo y una tortuga de mar se acercaron a mí muy serios y me dijeron que no tuviera miedo; pero yo no podía escapar de allí. Me explicaron que estábamos atrapados en un acuario y que servíamos para hacer acrobacias y para hacer reír a los humanos. Desde entonces no volví a vivir en el mar.

Después de llevar varios meses atrapados, Pulpi, Fleky y Dori ya eran mis amigos. Ellos, al igual que yo, se sentían tristes por estar encerrados. Dori propuso un plan para escaparnos.

Por la noche, mientras todos dormían, nos pusimos a construir un túnel en el fondo de la piscina para comunicarlo con el mar y poder escapar por allí.

Fleky, que era el que más fuerza tenía, se puso a escabar con la ayuda de Pulpi y, mientras, Dori y yo vigilábamos por si venía algún humano. Pero, inesperadamente, el túnel empezó a temblar y a echar agua del mar para la piscina. Entonces nosotros, asustados, nos agarramos de las aletas y la piscina empezó a rebosar mientras que empezamos a nadar muy nerviosos hacia el fondo para ir al mar y ¡lo conseguimos!

Por fin pude respirar la libertad como un pájaro después de estar tras una jaula. Pero hubo un problema: ese túnel nunca se pudo cerrar.Toda la ciudad se inundó con el agual del mar y todos los humanos tuvieron que vivir en el mar con nosotros y aprender a convivir. Desde aquel momento los humanos se convirtieron en sirenos y sirenas, por fin...

¡Y fueron felices y comieron perdices!