MAREA EN CONCIERTO

Después de una caminata desde la parada del bus hasta las puertas del Polideportivo Fátima tras una espera en la cola de dos horas y media, entramos en el recinto y bajamos hasta la pista deseosos de empezar a botar para quitarnos el frío del cuerpo.

Mientras el público entraba y llenaba toda la grada, ya empezaba a sonar la primera banda invitada, Trílogy. Fue un comienzo impresionante, ya que se trata de una de las mejores bandas cordobesas que, con su fuerza en el escenario, dio unas pinceladas de heavymetal en lo que iba a ser una noche predominantemente rockera, con canciones de su último trabajo “Semilla del tiempo”.

Media hora después, salieron al escenario Ratones Koloraos que, aunque tuvieron algún problemilla con la coordinación entre ellos y con el bombo de la batería, supieron ganarse al público cordobés con una puesta en escena muy original y divertida, especialmente con temas como “Kaña al patrón” y “Antiglobalización”.

Para terminar de talonear, subió al escenario la banda madrileña Iratxo , la cual animó mucho a la gente a participar en sus canciones con un rock muy original y trabajado que, sumado a su entrega y su profesionalidad en temas como “Mundo Loko” y “El aire que da la vida”, con Kutxi Romero (Marea), nos dejaron con un buen sabor de boca hasta que llegara la hora de los protagonistas de la noche, los Marea.

Después de una vivencia de buena música, llegó el turno de la banda estrella que, con Kutxi Romero montado en una custom rugiendo motor, empezaron tocando la canción que abre su último disco, Entre hormigones, y fueron recorriendo toda su discografía, haciendo especial hincapié en el Besos de perro y Las aceras están llenas de piojos.

Se echó en falta que Kutxi recitara algunos poemas más, creo que fueron solo dos o tres. Sin embargo, tocó la guitarra española con Alén a la caja; Kolibrí se salió como siempre y sus solos de su Gibson SG fueron limpios y muy buenos; el Piñas, igual de activo que siempre, no paró de brincar y de moverse por el escenario y, como es usual, cantó sus cuatro canciones; Cesar marcó los ritmos que hacían falta; y el sonido de la batería de Alén llegó casi seguro a cada rincón de nuestra Córdoba.

Por otra parte, la acústica se podía haber mejorado, ya que se notaba un poco de eco, pero en general no estuvo mal puesto que los efectos de luz fueron sobresalientes y lo que importaba es que Marea estaba aquí y había que disfrutar el momento.

Cerca de las dos de la madrugada terminó el concierto, tras salir el grupo a cantar El perro verde y Marea como últimas canciones, al igual que siempre y por petición del público, siendo la guinda del pastel.
En resumen, un buen día, un público entregado, un magnifico concierto, una grandiosa banda… MAREA.