SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


abril de 2008

número 1
ISSN: 1988-9607
·
Versión para imprimir de este documento Versión imprimir

ENTREVISTA A JOAQUÍN PÉREZ AZAÚSTRE

Ana Castro, Nieves Marín y Lisset Boza
Alumnas de 2º Bachillerato

P: ¿Es el periodismo algo más que “literatura hecha con prisas”? ¿Tiene el periodista una visión peculiar del mundo por el hecho de ser periodista?

R: El periodismo ya no es lo que era. En provincias sí, en ciudades como Córdoba o Sevilla, sí, todavía mantiene su pureza. En cambio, en las grandes capitales, el periodismo está muy politizado y cada periódico defiende una ideología. Respecto a lo de si es “literatura hecha con prisas”… no estoy seguro de ello, pero, en cualquier caso, es una bonita definición. Yo creo que el periodismo es un gran aprendizaje para el escritor, porque te obliga a ser concreto. En una novela puedes dedicar páginas y páginas a un amanecer; en una crónica periodística o un guión de cine dices “amanece”. Y eso para el lector de hoy está bien, que ya no estamos en el siglo XIX y no necesitamos horas para describir un amanecer, no hace falta tanta prosa. El periodismo te obliga a concretar, es un buen aliado de la literatura.

P: Como vemos, el periodismo tiene gran influencia en tu vida. ¿Qué ocurrirá con la abogacía entonces?

R: Pues… No sé, me imagino que seguirá existiendo muchos años (risas).

P: No, me refiero en lo relativo a tu persona.

R: No, no va a pasar nada (risas). Es como si me preguntas por la Selección Española de Baloncesto, que te puedo responder que espero que ganen muchas medallas (risas de nuevo). Es algo completamente ajeno a mi vida, aunque sí que es verdad que mi formación la aplico mucho a mis columnas de prensa. Para esta última legislatura, que ha sido muy movida con toda la guerra entre el PSOE y el PP, es cierto que tener ciertos conocimientos de legislación te ayuda a tener una perspectiva un poco más profunda. Creo que el Derecho es algo fundamental hoy porque nos hace a los hombres libres. A lo mejor podría haber sido un abogado medianamente bueno. De hecho, a mí me gusta mucho el Derecho Penal, pero ése no es mi camino.

P: Ya que mencionas el panorama actual, ¿crees en la literatura como un compromiso social? ¿Tiene el escritor una deuda pendiente con su momento?

R: Una pregunta difícil… Durante mucho tiempo he estado en contra de todo eso que mencionas y he pensado que el escritor no tiene que hacer ninguna crítica social, sino simplemente se tiene que limitar a escribir lo que quiera, que ninguna proclama política, por fuerte que sea, justifica un mal poema o una mala novela. Últimamente, sin embargo, me he vuelto más flexible. Es fundamental que el escritor tenga una visión crítica con respecto al mundo pero, lo que no me gusta nada, es cuando se trata de articular una obra en función de esa visión crítica. Una novela ha de ser buena independientemente de los temas que trate. Así, el escritor no debe ampararse en una causa justa pero, evidentemente, las causas justas son justas y hay que luchar por ellas.

P: Al parecer no estás muy de acuerdo con el panorama actual, llegando a afirmar: “Es un momento canalla éste”.¿Qué nos quiere decir con esto? ¿Por qué “canalla”?

R: Es un momento canalla, pero ahora mismo no sé por qué (risas).

P: Ahora que acaba de finalizar la época de elecciones, ¿considera que la política tiene sentido? ¿Es útil? ¿Cuál es la visión al respecto por parte de un escritor?

R: La gente está muy desengañada con la política y con razón. Prueba de ello es que el partido de Rosa Díez, que se llama “Unión, Progreso y Democracia”, que está formado por políticos no profesionales, sino por gente que quiere trabajar por el bien común, ha logrado un escaño aun sin apenas apoyo mediático. La política es nuestra vida. Yo soy un animal político, como decía Aristóteles, como lo somos todos en el fondo. Ahora bien, la política se ha convertido en una manera fácil y rápida de hacer dinero. Hay muchísima gente que, de no ser por la política, no tendría otra salida en la vida; muchos cargos políticos que están ocupados por absolutos “miserables”, intelectualmente hablando, que el único mérito que tienen es haber pegado muchos carteles en una campaña electoral. En la política no se valoran tanto los méritos personales como la lealtad a unas siglas. Igualmente, hay una nueva clase social que es la “clase política”, compuesta por gente que desde los doce años está metida en un partido poniendo carteles, que ha “hecho la ola” a quien ha debido hacérsela y que con veintipocos años son diputados, tienen coche oficial, que están ganando 80.000€ al año sin haber estudiado ninguna carrera universitaria… También hay malos escritores, mala literatura, y eso no significa que la literatura sea “mala”. La política es nuestra manera de comportarnos en sociedad, tan vital como el aire. De hecho, si viviéramos en una isla desierta, también necesitaríamos de la política. Es lo que nos diferencia de los animales, lo que hace que no siempre el fuerte se imponga al más débil. Aunque no fuese escritor, aunque fuese arquitecto, la política seguiría siendo algo importantísimo, algo brutal, para mí. Me encanta que la gente vaya a votar en masa y ojalá votase, en lugar del 60%, el 100% de la población, aunque lo hiciesen en blanco. El voto debería ser un deber porque la gente ha luchado mucho para poder votar y el voto de la mujer, en concreto, es un derecho ganado muy recientemente. Votar nos hace mucho más libres.


Arriba
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net