SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


abril de 2008

número 1
ISSN: 1988-9607
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UNA MIRADA A LA EDUCACIÓN DE LA MUJER EN EL SIGLO XIX

Dolores Navas Delgado, primera alumna del Instituto Provincial de Córdoba

Cristóbal Hurtado Jurado
Profesor de Geografía e Historia

"Ninguna ley impedía a las mujeres emprender estudios de Bachillerato una vez abiertos los Institutos y sin embargo nadie demandó puesto en sus aulas. Pasó mucho tiempo hasta que la mujer se decidió a buscar para independizarse los tres únicos empleos que por entonces se le abrieron en España: o maestras, o matrona, o estanquera” (5 )

La situación empezó a cambiar tras la revolución de 1868. En los años precedentes arraigó en España el krausismo, destacando Sanz del Río y Fernando de Castro, que defendieron el derecho de la mujer a acceder a todos los niveles de la enseñanza y la coeducación desde la primera infancia. El krausismo rechazaba que el fin último de la mujer fuera la maternidad y su incompatibilidad para la vida social, al contrario, la participación activa de la mujer sería enriquecedora para la sociedad.

En el sexenio democrático, concretamente en el curso 1870-71, Antonia Arrobas Pérez fue la primera muchacha que formalizó la matrícula de ingreso en el Instituto de Huelva, sin duda, tras el estudio de su instancia por parte de la Dirección General que dio su autorización al no encontrar prohibición legal al respecto. El camino estaba abierto: en el año 1871 una segunda mujer llamada Marta Maceras y Rivera solicitó examinarse en un Instituto y fue concedido, dado el precedente. En septiembre de 1872 se hizo igual concesión a Clara Costa y Franco y en junio de 1872 a Elvira Rodríguez Castiñeyra. Ellas fueron las cuatro primeras mujeres que sacaron título de Bachiller en España.

Francisco Giner de los Ríos, heredero del liderazgo krausista a la muerte de Fernando de Castro, fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza al margen de la situación oficial (vaivenes en las propuestas educativas, la educación de la mujer y la libertad de cátedra, en función de la alternancia conservadores y liberales propia de la Restauración). Consagrada en principio a las enseñanzas de bachillerato y preparatorio universitario, introduce el método intuitivo frente al memorístico:


Calculad […] la importancia del método intuitivo, que substituye la realidad á la abstracción, la luz que el objeto nos presta á la que nos viene de la palabra del maestro, […] exige del discípulo que piense y reflexione por sí, en la medida de sus fuerzas; […] que investigue, que arguya, que cuestione, que intente, que dude, que despliegue las alas del espíritu, en fin, y se rinda a la conciencia de su personalidad racional: la personalidad racional, que no es una vana prerrogativa, […] sino una ley de responsabilidad y trabajo” (6).

Francisco Giner de los Ríos respaldó una serie de medidas para mejorar la educación de las mujeres en España, destacando también en este sentido las propuestas del insigne pedagogo cordobés Pedro de Alcántara García, muy ligado a la Institución Libre de Enseñanza.


(5) El alumnado femenino en el Instituto de Córdoba. Artículo del diario "Córdoba" de 1 de junio de 1947, p. 3.

(6) Giner de los Ríos, Francisco. Estudios sobre educación. Biblioteca Económica Filosófica. Madrid, 1892, pp. 28-29.


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