SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


abril de 2009

número 2
ISSN: 1988-9607
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UNA BACHATA DESESPERADA

Irene Sánchez Ceballos
Alumna de 1º de Bachillerato C



Nuestro amor lo fue todo y ahora es nada.
 
Unas gafas ocultan mi mirada enamorada.
 
La lluvia torrencial apagó esta llama
 
Que el viento encendió con el combustible de dos almas.
 
La flor de azucena que se marchitó,
 
Que por más que la regase, la tormenta destruyó.
 
Lágrima en mejilla que el viento se llevó,
 
Sangrienta guerra dentro de mi corazón.
 
El camino se dividió y elegiste el otro lado.
 
De tanto sufrir, mi vida, ya me he cansado.
 
Por más que mienta, aún no te he olvidado
 
Porque sigue en mi alma guardado tu retrato.
 
Fuiste para mí vida y muerte,
 
Mariposa y serpiente,
 
Las dos caras de la suerte.
 
Naufragué a una isla
 
Solitaria y vacía
 
Donde la humanidad se desvanece.
 
Mi vida se ha descompuesto,
 
Porque vivía contigo y ahora con tu recuerdo.
 
Aunque te deje de amar, jamás te olvidaré;
 
Aunque cicatrice la herida, nunca el ayer borraré.
 
Ya no estás, mas mi corazón es el mismo:
 
Océano con tiburones que desgarran mi sentir dolido,
 
Olas sangrientas que chocan con un abismo
 
Donde la ilusión es derrumbada por un seísmo
 
Y los pájaros vuelan hacia todos los sentidos,
 
Buscando respuestas para construir sus nidos
 
Y una avalancha de nieve entierra mi destino
 
Al ritmo del sonido
 
Que producen los latidos.
 
Una nota de bachata y otra de reggaetón
 
Acuden al entierro de mi canción.
 
Una misa celebrada por mi corazón,
 
El réquiem de un soldado que lucha en la guerra del amor.
 
Ahora que te fuiste,
 
No sé si un día me quisiste
 
O saboreé la salsa que tapaba un odio que sentiste.
 
Te convertiste en puñal y mis sentimientos heriste.
 
Ligero viento dorado, desapareciste.
 
Mi vida se ha descompuesto,
 
Porque vivía contigo y ahora con tu recuerdo.
 
Aunque el mundo se acabe, jamás te olvidaré;
 
Aunque cicatrice la herida, nunca el ayer borraré.
 
Te exijo una explicación
 
De por qué volaste a la altura de un avión.
 
Con balas de plata, apuntaste a mi corazón
 
Y mi sangre chorrea escribiendo esta canción.
 
Robaste mi alma y al marchar te dejaste un beso
 
Que me hizo llorar al encontrarlo. ¿Por qué me haces eso?
 
Te entregué todo de mí y me queda tu desprecio.
 
Por más que mienta, aún no te he olvidado
 
Porque sigue en mi mente guardado tu retrato.
 
Fuiste para mí vida y muerte,
 
Mariposa y serpiente,
 
Las dos caras de la suerte.
 
Naufragué a una isla
 
Solitaria y vacía
 
Donde la humanidad se desvanece.


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