IV PROYECTO SOLIDARIO DEL IES SÉNECA

En el primer trimestre de este curso 2008-2009 desarrollamos , como otros años, la campaña de sensibilización y concienciación de los alumnos sobre la situación de desequilibrio en la que vive el planeta.
La alimentación es, sin duda, uno de los exponentes más ilustrativos de estos desajustes, por eso lo escogimos como eje temático en torno al que trabajar.

Lo canalizamos a través de distintas vías:

1º.- Trabajos de búsqueda de información en las clases de religión y alternativa, para componer murales que expusimos en los pasillos.

2º.- Recogida de alimentos y dinero en metálico a través de las tutorías.

3º.-Venta de productos elaborados por ellos mismos en el Mercadillo Solidario.

4º.- Un ciclo de charlas presentadas como actividades de fin de trimestre que ilustraron dos aspectos del hambre: las necesidades de alimentos básicos que se daban en nuestra ciudad y en África. También se abordaron los problemas generados, especialmente entre la población más joven, por los trastornos alimentarios y el consumo abusivo de alcohol.

Titulamos la campaña “La alimentación: un mundo de contrastes” y propusimos a los alumnos colaborar cada uno con al menos un euro y un kilo de alimentos o productos de primera necesidad.

Uno de los objetivos era a que fuésemos capaces de abordar las carencias que se dan en nuestro entorno más próximo y, por supuesto, en zonas de hambre endémica como África. Y también el hecho de que ante el la necesidad severa de los demás, a nosotros solo nos cabe una respuesta: colaborar de cualquier forma.

Los alimentos donados fueron entregados en la Parroquia de S. Pelagio, la más próxima al instituto, y el dinero recaudado fue transferido a Médicos sin Fronteras, una ONG pionera en el uso de un nuevo alimento terapéutico (RUFT), que tantas vidas está salvando en África.

En otras ocasiones habíamos recaudado dinero en metálico de aportaciones personales, pero en el curso pasado se organizó un pequeño mercadillo que dio muy buen resultado. Desde la clases de tecnología los alumnos de algunos cursos, guiados siempre por sus profesores, y animados y coordiandos por Francisca Leva, se encargaron de fabricar, exponer y vender lo que con tanta ilusión estuvieron preparando durante varios meses.

Comprobamos que en la medida en que crecía el grado de implicación también lo hacía su nivel de compromiso con la causa que se les proponía.

Aprovechando lo mejor de aquella experiencia, este año el mercadillo ha crecido hasta convertirse en el faro guía de toda la campaña. Han participado directamente más alumnos y profesores, han elaborado una gran cantidad de objetos (más de 600 diferentes), con los que han compuesto, más que un mercadillo, un enorme bazar solidario.

Un grupo de alumnos, especialmente motivado y colaborador, se ocupó de ayudar en la instalación, decoración y venta directa de las distintas manualidades. Gracias a ellos los padres pudieron ser invitados y muchos nos visitaron a lo largo de las tres tardes que permaneció abierto.

El resultado del conjunto nos parece satisfactorio, tanto por los resultados materiales (unos 2.000 euros y muchos, muchos productos), como por la movilización y colaboración de los distintos sectores de la comunidad escolar.

Por todo ello, seguimos dispuestos a continuar con la apasionante, compleja y plural manera de formar y formarnos en cada ocasión.