abril de 2009
número 2
Antonio Varo Pineda
Profesor de Lengua Castellana y Literatura
Como todo lo referente a mayo del 68 y sus secuelas, el concierto de Paco Ibáñez en el Olimpia ha sido manipulado, mitificado y exagerado hasta la extenuación. Un bloguero actual ha llegado a afirmar tranquilamente que «en el Olympia, en París, ese día estuvo media España». Nada más incierto: ese día el Olimpia, en efecto, estaba lleno en su inmensa mayoría de españoles, pero no eran tantos: si hubieran estado realmente todos los que después, o ahora, dicen que asistieron, el concierto no habría podido ser en el Olympia, sino al menos en el Campo de Marte, la explanada gigantesca que se abre tras la torre Eiffel.
Lo que hoy nos queda, y nos debe quedar, de ese concierto, es el disco, que merece la pena oír por el puro placer de escuchar una voz prodigiosa en un clima cálido y enfervorizado que ponía voz a algunos poemas maravillosos (no todos, desde luego, los que se cantaron). Para quien no lo tenga, diremos que existe una versión digital del disco, editada en doble álbum en 1996 y más completa que el vinilo original, ya que incluye más comentarios en directo del autor y un poema que no se insertó en el vinilo original.
Si se escucha o se reescucha ahora el disco, y es algo absolutamente recomendable, se comprobará que el cantautor sale en solitario, acompañado de forma exclusiva por su guitarra, y que intercala entre sus canciones breves explicaciones en francés, con el fin de facilitar a la parte de su auditorio de lengua no española la comprensión de los textos.
En el recital, Paco Ibáñez interpretó veintitrés poemas, uno de ellos dos veces: se trata de «A galopar» de Rafael Alberti, que se convirtió en la consigna para animar a los que luchaban contra la dictadura de Franco (y que en 1969, realmente, eran muchísimos menos de los que hoy dicen que «corrían delante de los grises»).
El catálogo completo del concierto es el siguiente, por el orden en que se incluyen en el disco:
POEMA | AUTOR |
---|---|
Déjame en paz, amor tirano | Luis de Góngora (1561-1627) |
Es amarga la verdad | Francisco de Quevedo (1580-1645) |
Lo que puede el dinero | Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (siglo XIV) |
Nocturno | Rafael Alberti (1902-1999) |
Soldadito boliviano | Nicolás Guillén (1902-1989) |
A galopar | Rafael Alberti (1902-1999) |
Canción del jinete | Federico García Lorca (1898-1936) |
Coplas por la muerte de su padre | Jorge Manrique |
Y ríase la gente | Luis de Góngora |
Como tú | León Felipe |
España en marcha | Gabriel Celaya |
Balada del que nunca fue a Granada | Rafael Alberti |
Proverbios y cantares | Antonio Machado |
Palabras para Julia | José Agustín Goytisolo |
Érase una vez | José Agustín Goytisolo |
La mala reputación (La mauvaise réputation) | G. Brassens |
Me llamarán | Blas de Otero |
Me queda la palabra | Blas de Otero |
Villancico | Gloria Fuertes |
Me lo decía mi abuelito | José Agustín Goytisolo |
Un español habla de su tierra | Luis Cernuda |
Andaluces de Jaén | Miguel Hernández |
La poesía es un arma cargada de futuro | Gabriel Celaya |
A galopar (repetición) | Rafael Alberti |
Los textos cantados por Paco Ibáñez responden a varios temas, aunque no de forma equilibrada. Hay un solo poema de amor propiamente dicho («Déjame en paz, amor tirano», de Luis de Góngora), que es precisamente el que abre el recital. Los hay de crítica social, como «Lo que puede el dinero», de Juan Ruiz, arcipreste de Hita, «Y ríase la gente» de Góngora, «Es amarga la verdad», de Francisco de Quevedo, «Me lo decía mi abuelito» de José Agustín Goytisolo,
o «La mala reputación», de Georges Brassens (1921-1981); esta última, por cierto, es la única canción del concierto que no procede de la poesía española, sino que se trata de una traducción de «La mauvaise réputation», del cantautor francés que por aquellos años estaba en su apogeo. No falta un villancico, («Villancico» de Gloria Fuertes), aunque en realidad rompe con los tópicos habituales de la Navidad,
ni un homenaje a Antonio Machado («Proverbios y cantares»); quizá convenga recordar que unos meses antes y en ese mismo año, 1969, Joan Manuel Serrat había protagonizado el relanzamiento del poeta sevillano del 98 con su inolvidable álbum «Homenaje a Antonio Machado, poeta». Tampoco se olvidó Ibáñez de incluir algún poema íntimo y familiar, como las conocidísimas (y bellísimas) «Palabras para Julia», de José Agustín Goytisolo.
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net |