SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


abril de 2009

número 2
ISSN: 1988-9607
·
Versión para imprimir de este documento Versión imprimir

POEMAS EN ESPAÑOL EN LA OBRA DE JUAN DE AGUILAR {DE SACROSANCTAE VIRGINIS MONTIS ACUTI TRANSLATIONE ET MIRACULIS PANEGYRIS}

José María de la Torre García
Profesor de Lengua Castellana y Literatura

En esa misma página hallamos a Alonso de Aguilar [11] , hermano del autor del panegírico de De Sacrosanctae Virginis Montis Acuti… Acerca de su formación y cultura podemos suponer que las poseyó en grado máximo, pues también estuvo dedicado a la enseñanza de humanidades, si avalamos, eliminando la confusión y baile de nombres, lo que nos dice Bartolomé García Jiménez sobre él [12].

En el fol. 8r nos topamos con las dos décimas de Agustín de Tejada. Sobre el autor de “Silva al elemento del aire” hay que decir que nació también en Antequera en 1567. Se bautizó el 2 de agosto de ese año en la parroquia de San Sebastián de Antequera. Era hijo de Francisco de
Tejada y de Leonor de Saucedo. Se graduó de bachiller en Artes por la Universidad de Granada el curso de 1585-1586. Durante los cursos de 1586-1587 y 1588-1589 estudió Teología Escolástica y Positiva en la Universidad de Osuna. Obtuvo el grado de doctor en Teología. Fue prebendado de la iglesia metropolitana granadina, donde ejerció su ministerio sacerdotal. Murió el 7 de septiembre de 1635. Testó ante Rodrigo Alonso de Mesa (Rodríguez Marín, 1918:462-468). Su poesía se halla recogida en las tres principales antologías de la poesía áurea: Poética Silva (manuscrito granadino de hacia 1600), la Primera Parte de las Flores de Poetas Ilustres de España (florilegio preparado por Pedro Espinosa e impreso en Valladolid en 1605), las Flores de Poetas (reunidas por Agustín Calderón en un manuscrito fechado en 1611) y en el extenso Cancionero Antequerano (compuesto y escrito por don Ignacio de Toledo y Godoy en los años 1627-28) (Morata Pérez, 2008: 1).

En ese mismo folio se imprime la silva de Juan Bautista de Mesa, quien nace igualmente en Antequera en 1547 y muere en mayo de 1620. Fue hijo del escribano Rodrigo Alonso de Mesa y de su esposa doña Ana de Baena. Estudió con el humanista Juan de Vilches humanidades en Antequera. A la muerte de su padre le sucedió en la escribanía. El bibliógrafo Nicolás Antonio nos hace este retrato del autor: “Ingenii alacritate, variaque literatura dum viveret spectatus, altiores quidem spiritus et animum gessit quam id munus erat, quo exercebatur, publici huiusmet urbis notarii. Foras dedit, quod nondum tamen vidimus: Tránsito para la muerte. Vertiat etiam in Hispanicum, ne vulgaris non esset hic thessaurus: La Constancia o libro de la Constancia de Justo Lipsio. Hispali anno 1616. 4. apud Mathiam Clavijo. Servat eius plures tractatus, ut accepi, plurium voluminum operam, Antiquariae D. Christophoros de la Torre Duran propinquus” [13]. Este poeta hubo de tener la consideración de otros poetas y amigos suyos, como se desprende de una carta del abad de
Rute a Pedro Díaz de Ribas [14] . También en un poema de Rodrigo de Carvajal y Robles lo encuadra dentro de la lista de poetas notables antequeranos [15]:

El doctor don Alonso de Sarçosa
Mostrará por su espíritu elegante
Que la elegancia de su çarça es rosa
Al mundo honesta, como a Dios fragante:
Y el celebrado Pedro de Espinosa,
Y el maestro sin manos importante
Juan de Aguilar, y el Mesa, Juan Bautista,
De Apolo han de ilustrar la sacra lista.

2. LOS POEMAS

Hemos adelantado que los textos en español dedicados a alabar el panegírico de Juan de Aguilar son seis: el soneto de Luis Martín de la Plaza, las respectivas coplas de arte menor de L. Valdivieso de Burgos y Alonso de Aguilar, las dos décimas de Agustín de Tejada Páez y la silva [16] de Juan Bautista de Mesa.

2.1. EDICIÓN DE LOS POEMAS

Como resulta que tres de los textos de que estamos hablando presentan variantes de consideración, con respecto a otras versiones ya publicadas, y que otros tres son desconocidos (hasta donde mis conocimientos alcanzan), es conveniente editarlos, en el primer caso, para cotejar estas versiones con las conocidas y poder dirimir cuestiones ecdóticas, y, en el segundo, porque se trata de textos desconocidos, con lo que se incrementa el corpus lírico de estos autores. Así pues, dentro del primer grupo hallamos a:

A) El licenciado Luis Martín de la Plaza, al autor.

Con tan heroica voz tu canto ordenas,
cisne andaluz, que su divino acento
dudosa admiración le pone al viento,
si aún canta el que sepultan las sirenas.
5
Su propia musa, pues su trompa suenas,
te inspira, mas con noble sentimiento
llora escuchando tu animoso aliento,
que no hay Virgilio, por faltar Mecenas.
Mas, si el héroe toscano quiso y pudo

10
darle a Virgilio honor, y a su memoria
estimación el tiempo, gloria humana,
tú, de la Virgen, luz de Monteagudo,
tendrás premio inmortal, no humana gloria,
que ayer nació para morir mañana.


Comparando esta versión con las ya acreditadas [17], se puede detectar las siguientes variantes, sin tener en cuenta las de puntuación y acentuación (cuestión sobre la que habría mucho que discutir, porque, aunque en el siglo XVII no existía aún un criterio común ortográfico, sí lo hay hoy): v. 2: Cancionero Antequerano, Cancionero Antequerano I y Jesús Mª Morata (2008): tu divino. v. 8: Cancionero Antequerano, Cancionero Antequerano I y Jesús Mª Morata (2008): Virgilios. v. 9: Cancionero Antequerano, Cancionero Antequerano I y Jesús Mª Morata (2008): grave toscano. v. 11: Cancionero Antequerano I nº 240: al tiempo. A nuestro entender, estas variantes significan 1) que Ignacio de Toledo y Godoy, el autor del Cancionero Antequerano, se basó en 1627-1628 en una versión corregida posterior a la de 1609 -a la que no mejora-, y 2) que, cuando copia por segunda vez el soneto de Luis Martín de la Plaza en su manuscrito, yerra al transcribir el artículo contracto al en vez de el.

JPEG - 4.8 KB
Luis de Góngora
JPEG - 16.8 KB
Abadía del Sacromonte, Granada

¿Qué otras consecuencias de coherencia interna implican estas variantes con relación a la versión conocida hasta este momento? En primer lugar, la presencia del determinante posesivo su en vez de tu no tiene ninguna repercusión morfosintáctica ni métrica, pero sí la tiene en el nivel semántico, puesto que al utilizar su por tu significa que el divino acento no es del cisne andaluz, o sea, del sujeto al que se alaba en el soneto (Juan de Aguilar), sino que se refiere al acento de la heroica voz. Esta lectura es más lógica y hace más sentido con el contenido del primer cuarteto del soneto. En segundo lugar, con la lectura de Virgilio frente a la de Virgilios se pone el énfasis en la antonomasia y no en la generalidad metonímica o de sinécdoque del autor de la Eneida. Finalmente, en esta versión figura el sustantivo héroe en vez del adjetivo grave acompañando a toscano. Dicha permuta repercute en la cadencia versal, puesto que ahora es menester hacer la sinéresis para que resulte un endecasílabo más sonoro. Con este cambio también se evita la rima en eco producida entre ese verso y el siguiente, principalmente entre grave y darle. Por eso, la variante del Cancionero Antequerano resulta de escasa belleza lírica.

Página | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 |

[11El historiador ruteño Bartolomé García Jiménez, que tiene el mérito de haber descubierto la partida de bautismo de nuestro humanista, se equivocó cuando confundió a Alonso de Aguilar con su hermano Juan de Aguilar. Vid. mi obra Juan de Aguilar, un humanista ruteño del XVII, Rute, Parroquia de Santa Catalina, 1997, nota 2, p. 23, y la 16, pp. 26-27. A esa conclusión llegué yo entonces, fiándome de la información proporcionada por F. Rodríguez Marín, quien nos dice: “Tenía además un hermano llamado Alonso de Aguilar, de quien hay una poesía laudatoria en el Panegírico que el preceptor rutense escribió de la Virgen Monteagudo”. (Cfr. Pedro Espinosa. Estudio biográfico, bibliográfico y crítico, Madrid, 1907, p. 62, nota 2.) Efectivamente, en la obra ya tantas veces referenciada de De Sacrosanctae Virginis Montis Acuti translatione et miraculis panegyris aparece dicha poesía en los preliminares de la obra de este modo: “Alonso de Aguilar a su hermano / el Autor”. En consecuencia, esta otra suposición alcanza el carácter de tesis.

[12“En 1598 nuevamente aparece, ahora nombrado como Alonso de Aguilar, solicitando a la corporación que le asiente salario, tal vez por haber vuelto a Rute después de alguna estancia fuera de ella. Se le señalan 7 ducados para que enseñe a leer y escribir a los niños, en cambio de los mayores, de los estudiantes, debería de procurar que éstos le pagasen por su cuenta pues el Ayuntamiento sólo lo haría por la enseñanza más elemental (Ibíd. 23-VI-1598, leg. 1-9 fol. 36.)”. Esto hemos de entenderlo así: Como Juan de Aguilar marchó a Priego de Córdoba como maestro de latinidad, seguramente le sucedió en la plaza de Rute su hermano Alonso de Aguilar. Cuando aprueba nuestro humanista las oposiciones en 1599 a la cátedra de Antequera, tal vez el hermano abandonó también Rute para instalarse en la ciudad malagueña, dejando la escuela libre para que el maestro Antonio Muñoz (¿acaso tío materno de ellos?) reemplazara a Alonso de Aguilar.

[13Nicolás Antonio, Bibliotheca Hispana Nova, I, Madrid, 1783, pp. 650-651. La traducción podría ser ésta: “Fue considerado, mientras vivió, por la vivacidad de su ingenio y sus variados conocimientos literarios. Llevó a cabo otras actividades y elevó su espíritu por encima del oficio que tenía, la de ser notario público de la ciudad. Editó, pero que aún no hemos visto: Tránsito para la muerte. También tradujo al español, para que este tesoro fuera divulgado: La Constancia o libro de la Constancia de Justo Lipsio. Sevilla, año de 1616, en 4º, impreso por Matías Clavijo. Un pariente suyo, don Cristóbal de la Torre Durán, guarda en Antequera varios tratados de él, según he oído decir, que abarcan varios volúmenes”.

[14Vid. “Góngora en las cartas del abad de Rute”, Obras completas, t. VI, Madrid, Gredos, 1982, pp. 219-260.
En la carta remitida por don Francisco Fernández de Córdoba, el Abad de Rute, le dice al sobrino del P. Martín de Roa: “embióme un epigrama latino que auía el mesmo Juº de Aguilar hecho a la muerte de Juº Baptª de Mesa el escriuº de Antequera y no mal Poëta” (1982: 248).

[15Rodrigo de Carvajal y Robles, Poema heroico del asalto y conquista de Antequera, Lima, 1627, fol. 162v. (Apud. F. Rodríguez Marín, Pedro Espinosa. Estudio biográfico, bibliográfico y crítico, op. cit.)

[16Los editores de Cancionero Antequerano, que hablan sin consultar muchas veces las fuentes, confunden la estancia con la silva, cuando afirman sobre la obra poética de Juan Bautista de Mesa: “Se encuentra una estancia suya en el Opúsculo de la Virgen de Monteagudo, de Juan de Aguilar (Málaga, 1609)” (p. 486).

[17Cancionero Antequerano (ed. de D. Alonso-R. Ferreres), op. cit., p. 19, Cancionero Antequerano I (ed. de J. Lara Garrido), op. cit., pp. 71 y 279, y Poesías completas de Luis Martín de la Plaza (1577-1625) (ed. y notas de Jesús Mª Morata), op. cit., p. 114.


Arriba
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net