SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


abril de 2009

número 2
ISSN: 1988-9607
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POEMAS EN ESPAÑOL EN LA OBRA DE JUAN DE AGUILAR {DE SACROSANCTAE VIRGINIS MONTIS ACUTI TRANSLATIONE ET MIRACULIS PANEGYRIS}

José María de la Torre García
Profesor de Lengua Castellana y Literatura

Dicha sustitución trasciende, igualmente, al nivel morfosintáctico, pues el término toscano sufre metábasis. Esto es, si en el Cancionero Antequerano pertenece a la categoría del sustantivo, ahora pasa a desempeñar la función de la categoría del adjetivo. Pero lo más importante es subrayar que con esta mutación el autor del soneto alude tanto a las hazañas como al carácter elevado mítico de Eneas, protagonista de la Eneida, que es quien le dio la fama a Virgilio como príncipe de los poetas, rasgo distintivo perdido o difuminado con la presencia del adjetivo grave.

B) Del doctor Agustín / de Tejada Páez, al autor. / Décimas

La águila remonta el vuelo
al risco más encumbrado;
vos, Aguilar celebrado,
lo remontáis hasta el cielo.
5
Y al mundo nuevo modelo
dais de ingenio singular,
porque el que os oye cantar
piensa que sois cisne en Cumas,
y el que os ve batir las plumas
10
que sois águila, Aguilar.
Si el águila se renueva
bañándose en la corriente,
vos os bañáis en la fuente
que Dios elige y aprueba;
5
donde, con la pluma nueva,
tanto el vuelo habéis subido,
que, si el de Juan fue admitido
en Cristo (cuando dormía),
vos en su madre María
10
habéis fabricado el nido.

Comparando esta edición con la publicada por el profesor Jesús Mª Morata Pérez en su Agustín de Tejada en las Antologías contemporáneas (edición electrónica, 2008, p. 114), que, según advierte al inicio de las dos décimas “(A, II,119)”, aparece en el segundo tomo del Cancionero Antequerano (fol. 244v-245v), como también informa el profesor Lara Garrido, quien escribe: “Al mismo asunto se copian en el segundo tomo del Cancionero ciertas décimas de Agustín de Tejada (nº 119) en las que un sintagma (“cisne en Cumas”) sintetiza el contenido de los cuartetos” [18], se observa las siguientes variantes: En el título, Morata Pérez transcribe: “Décimas del Doctor Tejada /a Juan de Aguilar sobre / el Panegírico [244v]”. La diferencia es evidente, con respecto al título de la edición de 1609, según leemos en el panegírico del ruteño.

En cuanto al texto, ambos profesores interpretan que las dos décimas conforman un único texto cuyo contenido se refiere “al mismo asunto”, pues no de otra manera puede explicarse la disposición correlativa de la numeración versal; es decir, según ellos, se trata de un único poema compuesto de dos décimas, con una numeración que va del 1 al 20 [19]. Nosotros, por el contrario, entendemos, apoyándonos tanto en el contenido como en la tipografía del texto aguilariano, que se trata de dos décimas con contenido diferente y, por tanto, textos independientes, aunque con un mismo referente: el del poeta loado. Así, en la primera décima Agustín de Tejada Páez canta al genio lírico de Juan de Aguilar, que diríase es el de Virgilio (cisne en Cumas), mientras que en la segunda se enaltece su panegírico comparándolo con la alta escritura visionaria del evangelista San Juan (repárese en el emblema o símbolo del sintagma la pluma). Esto es, la primera décima entraña un halo eminentemente pagano, en tanto que la segunda se imbuye de una atmósfera totalmente religiosa, mística e incluso iluminada. Por otra parte, es bien significativa la distribución adoptada en la edición de 1609: en vez de disponerlas en una sola columna, las coloca en dos, anteponiendo al comienzo de la segunda décima el signo de separación de párrafo o texto distinto. En consecuencia, si la primera décima tiene como eje vertebrador la imagen del cisne (otro Virgilio), la segunda gira en torno al símbolo de la pluma (estilo y obra) del águila (elevados), que no es sino la imagen de las altas cimas místicas. La conjunción, en cambio, de estas dos imágenes se halla en el poema que el hermano de Juan de Aguilar compone para alabar la obra del humanista, e igualmente en el del poeta Juan Bautista de Mesa.

Dentro del segundo grupo descubrimos a estos otros autores y textos:

C) Texto de Valdivieso de Burgos:

AL MAESTRO JUAN DE
Aguilar, patrono de la lengua latina,
poeta excelentísimo.
El licenciado L. Valdivieso de Burgos.
D.
El panegírico vuestro
con su artificio y decoro
hace nuestro Siglo de Oro:
tal obra de tal maestro.
5
Tuvo Roma hijos bellos,
y, juzgando entre las dos,
honráis solo a España vos
más que a Roma todos ellos.

D) Texto de Alonso de Aguilar:

Alonso de Aguilar, a su hermano
el autor.
En vos, soberano Orfeo
de voz y plectro divino,
por un modo peregrino,
un águila y cisne veo.
5
A la que es de Dios esfera
como águila os remontáis
y como cisne cantáis
su gloria y la de de Antequera.

E) Texto de Juan Bautista de Mesa:

Juan Bautista de Mesa, al licenciado
Juan de Aguilar.

Si eternizas el día
en que hizo su espalda
Puente Genil, por do pasase el Monte
que otro tiempo solía
5
darle gloria al Escalda,
y ahora se la da a nuestro horizonte,
¿que mucho es se remonte
tu nombre hasta el cielo,
cisne en el canto y águila en el vuelo?
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[18Vid. Cancionero Antequerano I, p. 279. (Con la referencia “contenido de los cuartetos” está recordándonos el profesor los cuartetos del soneto de Luis Martín de la Plaza.)

[19Yo no he visto el manuscrito de Ignacio de Toledo y Godoy, pero entiendo que todos los editores del mismo se habrán dejado guiar de la disposición del antólogo antequerano. Ante esta discrepancia, ¿por cuál de las dos versiones hemos de optar, pues Dámaso Alonso afirma: “Ya hemos dicho que consideramos la autoridad del manuscrito casi dirimente cuando se trata de poetas antequeranos. No así con los de otras regiones.”? (op. cit. XVII). En igual sentido, J. Lara Garrido escribe: “La fidelidad notarial de Toledo y Godoy, salvando los inevitables errores y mínimas correcciones, garantiza con su copia un acta fiduciaria de las versiones y variantes con que se está leyendo en Antequera […]”, op. cit., 26). Si a este hecho añadimos que D. Alonso duda si atribuir a Luis Martín de la Plaza el soneto cuyo primer verso empieza Con tan heroica voz tu canto ordenas, que se encuentra en los preliminares de la obra de Juan de Aguilar De Sacrosanctae Virginis Montis…, como ya sabemos, ¿cuál de las dos fuentes tiene mayor autoridad? Sin lugar a dudas, el impreso. ¿Y entre los dos manuscritos, el de Ignacio de Toledo y Godoy y el de Agustín Calderón, pues el primero le atribuye a Luis Martín de la Plaza (Cancionero Antequerano, I, 250 -p. 521 ed. de Alonso-Ferreres-) el soneto que empieza con el verso Donde jamás el sol sus rayos tira, mientras que el segundo se lo da a Juan de Aguilar? Creo que, por cercanía en el tiempo y por entender más de poesía que Ignacio de Toledo y Godoy, es de mayor confianza el testimonio del antólogo Agustín Calderón.


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