SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


mayo de 2010

número 3
ISSN: 1988-9607
·
Versión para imprimir de este documento Versión imprimir

EL CALENTAMIENTO GLOBAL

El calentamiento global es el aumento de la temperatura de la Tierra debido al uso de combustibles fósiles y a otros procesos industriales que llevan a una acumulación de gases causantes del efecto invernadero en la atmósfera. Un problema que cada día está afectando más a la humanidad, interviniendo gradualmente en sus condiciones de vida, perjudicando de una forma progresiva el desarrollo y el equilibrio de los seres que rodean al ser humano, incluyéndole a él como principal afectado y causante de que esta situación, que amenaza con la vida en el planeta de una manera radical y sin vuelta atrás.

Francisco Moreno Meléndez
Alumno de 1º Bachillerato nocturno

INTRODUCCIÓN

Determinados gases y sustancias producidas por el hombre, y que no han sido erradicadas, siguen interviniendo en los cambios atmosféricos que presenta el planeta desde tiempos pasados y actualmente están causando graves consecuencias para la estabilidad y desarrollo de las diferentes formas de vida.

La presencia de cambios en el clima y condiciones climáticas que se conocen actualmente y que actúan de forma gradual y definida ha presentado grandes variaciones originando desastres ambientales que amenazan directamente la seguridad del ser humano y sus condiciones de vida. Algunos de los desastres provocados son: el deslave (corrimientos de tierra e inundaciones) en el estado Vargas en 1999, el Tsunami en el continente asiático en el año 2005, los huracanes Katrina, Rita y Wilma que azotaron a los estados sureños de EE.UU., los veranos excesivamente calientes en éste país y el sur de Europa, y las inundaciones registradas en gran cantidad de lugares como América central, algunas islas de Gran Bretaña, Bangla Desh, Indonesia, Mozambique y muchos otros, son consecuencias del excesivo calentamiento global.

En los pasados cincuenta años las emisiones lanzadas a la atmósfera de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y metano se han elevado en flecha, y un nuevo tipo de sustancia química, los fluorclorocarbonos, CFC, han sido introducidos como refrigerantes, solventes y propulsores de aerosoles, mostrando junto a su inercia química que los hacía parecer inofensivos, un poder destructivo de la capa de ozono estratosférica y una elevada capacidad para atrapar el calor. Así una molécula de CFC observa un poder absorbente de las radiaciones infrarrojas entre 12000 y 16000 veces mayor que el presentado por una molécula del dióxido de carbono.

Este gráfico muestra en qué medida contribuye cada gas al efecto invernadero de acuerdo con su capacidad calorífica, según datos de fines del siglo pasado.


Gases de efecto invernadero

CAUSAS

Una de las causas del cambio climático es la propia variabilidad que, de forma natural, sufre el clima, dado que –por ejemplo- se sabe que en los últimos dos millones de años se han alternado épocas de clima cálido con glaciares, las cuales han afectado de manera determinante a absolutamente todas las formas de vida en la Tierra.

La energía que recibimos del Sol, y que tiende a llegar a la parte más alta de la atmósfera, se compone de luz visible, radiación infrarroja y radiación ultravioleta. No obstante, cuando esta energía solar llega a la superficie terrestre, una porción se refleja y es absorbida (en parte) por el vapor de agua, la capa de ozono y otros componentes de la atmósfera. Este es un efecto invernadero natural, beneficioso para que la temperatura media de la Tierra sea más favorable para la vida.


El efecto invernadero

Ahora bien, existe un efecto invernadero antropogénico, es decir, que tiene causas humanas, y que sí que es muy perjudicial, porque, como bien sabemos, se tiende a producir un aumento en la atmósfera de los diferentes gases de efecto invernadero, aumentando este efecto y, por ende, produciendo un calentamiento global del planeta.
En las últimas décadas la concentración de dióxido de carbono ha aumentado considerablemente por el uso de combustibles fósiles como fuente de energía, en procesos industriales y para el transporte.
No debemos olvidarnos en este punto del metano, otro gas de efecto invernadero cuya concentración en la atmósfera va aumentando en mayor medida por el tratamiento de residuos en los vertederos, la gestión del estiércol, etc.También el óxido nitroso, que se utiliza como propelente para aerosoles o en la fabricación de lámparas fluorescentes e incandescentes; y eso por poner solo algunos ejemplos.

Todo ello conlleva un evidente calentamiento global, aunque muchos son los científicos que dudan de que exista una relación entre el calentamiento global y la acción humana, especialmente porque indican que muchos de los modelos climáticos existentes son insuficientes y poco satisfactorios en comparación con la propia complejidad del funcionamiento del clima.

AUMENTO DE LA INTENSIDAD Y CANTIDAD DE LOS HURACANES

Un huracán es un ciclón tropical migratorio, con fuertes vientos y lluvias, que se origina sobre los océanos en algunas regiones próximas al ecuador, en particular las Antillas y el golfo de México. Los ciclones de tipo huracán del oeste del Pacífico se llaman tifones; en Filipinas se llaman baguios y en Australia willy-willies.

La mayoría de los huracanes se forma en las zonas de calmas ecuatoriales, un cinturón estrecho caracterizado por vientos suaves, brisas leves y variables y chubascos frecuentes, que se sitúa entre los vientos alisios del noreste y los del sureste. En el Atlántico, las zonas de calmas se localizan en su mayor parte al norte del ecuador, por ello no se producen huracanes en el Atlántico Sur. En el Pacífico hay calmas al norte y al sur del ecuador, por lo tanto hay huracanes en el Pacífico Sur y Norte.

Los huracanes consisten en vientos muy rápidos que soplan de forma circular alrededor de un centro de baja presión llamado ojo del huracán. Este centro se desarrolla cuando el aire cálido y saturado de las zonas de calmas ecuatoriales se eleva empujado por aire frío más denso. Desde el borde de la tormenta hasta su centro, la presión atmosférica cae bruscamente mientras que la velocidad del aire aumenta. Los vientos alcanzan una fuerza máxima cerca de los puntos de baja presión (en torno a 724 mm de mercurio o 0,85 atmósferas).
El diámetro del área cubierta por vientos destructivos puede superar los 250 Km. Los vientos menos fuertes cubren zonas con un diámetro medio de 500 Km.

La fuerza de un huracán se evalúa con un índice entre 1 y 5. El más suave, con categoría 1, tiene vientos de cuando menos 120 km/h. Los vientos del más fuerte (y menos común), con categoría 5, superan los 250 Km/h. En el interior del ojo del huracán, que tiene un diámetro medio de 24 Km, los vientos se paran y las nubes se elevan, aunque el mar permanece muy agitado.

En general, los huracanes se desplazan en una trayectoria con forma de parábola. En el hemisferio norte suelen viajar primero hacia el noroeste y, en latitudes mayores, giran hacia el noreste. En el hemisferio sur la trayectoria usual empieza apuntando hacia el suroeste y luego hacia el sureste. Los huracanes viajan a velocidades variables; en las latitudes bajas varían entre 8 y 32 Km/h, mientras que en las altas pueden alcanzar hasta 80 Km/h. Las zonas en las que los vientos del huracán soplan en la misma dirección que la propia tormenta están sometidas a la máxima violencia destructiva.

En los últimos años se ha registrado un aumento significativo en la temperatura ambiental y del mar, así como del nivel del mar como consecuencia del calentamiento global, que es originado principalmente por el exceso de gases invernadero. También se ha registrado un aumento muy importante en la frecuencia de los huracanes en el atlántico y en su fuerza. Los estudios realizados demuestran que los huracanes necesitan de éstos tres elementos para formarse.
En lo últimos años se han descubierto pruebas que podrían demostrar la relación existente entre el calentamiento global y el aumento de la fuerza de los huracanes. Peter J. Webster, profesor de Ciencias de la Tierra y Atmosféricas del Instituto de Tecnología Georgia en Atlanta, es el autor del estudio que aparece en la edición del 16 de septiembre del boletín Science, el cuál es, tal vez, una de las declaraciones científicas de mayor contundencia que se han realizado sobre la conexión entre la actividad de los huracanes y el calentamiento global. En una conferencia de prensa Webester declaró: "Pienso que la temperatura (en aumento) de la superficie del océano es un efecto del calentamiento global y pienso que el cambio en la intensidad (de los huracanes), que es algo universal, proviene del calentamiento de la superficie del océano".
Webster hacía referencia al aumento demostrado en la temperatura de la superficie del océano de cerca de medio grado centígrado desde 1970. Los científicos han creado la hipótesis de que unas temperaturas más altas de la superficie del océano provocan una mayor intensidad de los huracanes.

FENÓMENO EL NIÑO

El término "El Niño" es un fenómeno meteorológico que se da en el Pacífico, cuyo origen mantiene relación con el nivel de la superficie oceánica y sus anomalías térmicas. Las condiciones que originan este fenómeno natural son las corrientes atmosféricas, que desplazan ligeramente el volumen de agua del océano Pacífico hacia la costa Este. En las condiciones del Niño, por algún motivo de origen incierto, las corrientes atmosféricas quedan alteradas, disminuyendo de intensidad en su dirección habitual (oeste-este) o incluso invirtiéndose. Esta disminución o incluso inversión de la corriente superficial causa una variación del nivel del océano que en algunos Niños puede llegar a los 40 cm, de grandes repercusiones sobre la vida tanto del océano como del continente, y en el mundo entero, ya que conlleva fuertes sequías e inundaciones.

Este término fue originalmente empleado por los pescadores a lo largo de las costas de Perú y Ecuador para referirse a una corriente Oceánica cálida que hace su aparición alrededor de la Navidad y dura varios meses, por lo que el nombre hacer referencia al Niño Jesús.

Las características de la presencia del fenómeno El Niño son, principalmente el incremento de la temperatura superficial del mar peruano, incremento de la temperatura del aire en zonas costeras, disminución de la presión atmosférica en zonas costeras, vientos débiles, disminución del afloramiento marino, e incremento del nivel del mar frente a la costa peruana.

Los impactos negativos son un incremento de la temperatura superficial del océano (en el Niño de 1982 de hasta 8ºC) y un descenso de la termoclina (línea que separa las aguas frías ricas en nutrientes, de las cálidas, más pobres) que conlleva importantes consecuencias sobre la vida marina. En la costa, las aguas se mezclan por unas corrientes naturales originadas por el impacto de la masa acuática sobre el continente.
Durante un periodo normal, las corrientes mezclan el agua fría con la cálida, pero durante el Niño, el descenso de la termoclina impide esta mezcla, ya que la corriente no desciende al descender la termoclina. La anomalía térmica de la superficie oceánica altera el clima habitual de las regiones afectadas (costa de Sur América, especialmente Colombia, Ecuador y Perú, archipiélagos del Pacífico como las Galápagos). Esta alteración se manifiesta en forma de fuertes inundaciones y sequías. Áreas habitualmente húmedas del interior entran en un periodo de sequía, mientras el desierto florece extraordinariamente, por las generosas precipitaciones, inclusive llegándose a formar lagunas. Ciertas lagunas andinas se secan totalmente, mientras en otras zonas, las lluvias torrenciales se llevan puentes, caminos, y en algunos casos vidas humanas.
Lluvias excesivas en la costa norte, causando muchas veces inundaciones y desbordes de ríos; deficiencia de lluvias en la sierra sur del Perú, (especialmente en el Altiplano); migración y profundización de peces de agua fría, (sardina, merluza, etc.), incremento de plagas y enfermedades en ciertos cultivos; presencia de epidemias. y alteración de los ecosistemas marinos y costeros.

Durante los últimos cuarenta años, nueve "Niños" han afectado el planeta. En la mayoría de ellos la temperatura del agua no sólo se elevó en la costa sino también en el interior del continente y a lo largo de una franja de 5000 millas sobre el Pacífico Ecuatorial. En los eventos más débiles, las temperaturas se elevaron sólo de 1 a 2 grados centígrados con impactos moderados. Sin embargo, los eventos fuertes como "El Niño" de 1982-83 y el de1997-98 dejaron una profunda huella no sólo en la vida, sino en las condiciones climáticas a lo largo del mundo entero

Sin embargo, también hay impactos positivos como la presencia de aguas cálidas que permitirá el desarrollo mayor de peces y moluscos, la presencia de vegetación en la costa árida (lomas, algarrobos, etc.), incremento del volumen de agua en los reservorios del norte y el incremento del nivel de las aguas subterráneas.

CONSECUENCIAS ACTUALES

El calentamiento global ha traído consigo gran cantidad de consecuencias muy perjudiciales para los seres humanos. Actualmente se pueden observar cambios en el clima que lo demuestran, pues la temperatura global ha aumentado aproximadamente 0,8 ºC. Éste calor influye sobre las precipitaciones debido a que el proceso de evaporación se ve acelerado al haber temperaturas más altas, y esto aumenta la humedad en el aire y las precipitaciones que afectan a todo el planeta, ya que origina frecuentes inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que produce grandes pérdidas materiales y humanas.

La precipitación anual nacional ha aumentado entre 5 y 10 % desde principios del Siglo XX, principalmente como resultado de fuertes lluvias en algunas áreas.Los estados de Vermont, New Hampshire, Rhode Island y Massachusetts tuvieron cada uno más del doble de las precipitaciones normales en junio de 1998. Intensas inundaciones en los estados de Texas, Montana y Dakota del Norte durante el verano de 2002 causaron daños por cientos de millones de dólares.

Paradójicamente, la misma evaporación que aumenta las lluvias y causa inundaciones mortales, origina grandes sequías en verano, también causando pérdidas de todo tipo debido al gran calor, el cúal trae consigo incendios que arrasan con bosques y ciudades.
En el 2002, los estados occidentales de Estados Unidos tuvieron su peor temporada de incendios arrasadores de los últimos 50 años; casi 3 millones de hectáreas se quemaron en Colorado, Arizona y Oregón, que tuvieron sus peores temporadas.
El período de abril a junio de 1998 fue el trimestre más seco en 104 años en los estados de Florida, Texas y Louisiana.
En 1998 las condiciones secas produjeron en Florida los peores fuegos arrasadores en 50 años.
De abril a julio de 1999 fue el período de cuatro meses más seco registrado en 105 años en Nueva Jersey, Delaware, Maryland y Rhode Island.
Montana, Colorado y Kansas experimentaron intensas tormentas de polvo en el 2002, resultado de las condiciones secas.
Desde septiembre del 2001 a febrero del 2002 fue el segundo semestre más seco registrado para el nordeste.

Una atmósfera más calurosa está provocando el deshielo de los polos, lo que provoca un aumento en el nivel del mar, el cuál ya se ha registrado en los últimos años. Aún no ha traído consecuencias graves para la humanidad pero, de continuar así, en unos años podría inundar ciudades completas que se hayan casi al nivel del mar.
El aumento en las temperaturas globales acelerará el derretimiento de los glaciares y capas de hielo y causarán deshielos tempranos en ríos y lagos.
Las temperaturas alrededor de la Antártida han aumentado cinco veces más que el promedio global en los últimos 50 años. Hoy la temperatura promedio es de 2,5 ºC mayor que la registrada en 1940. El fenómeno también se ha registrado en el Océano Ártico.
Entre enero y marzo del 2002, después de existir por milenios, se desintegro la sección septentrional de la plataforma de hielo Larsen B en la Antártida, una sección más grande que el estado de Rhode Island, desintegrándose a una velocidad que asombró a los científicos. Desde 1995 el área de la plataforma de hielo se ha disminuido un 40%.

Según la NASA, la capa de hielo polar se está derritiendo a un alarmante ritmo de 9% por década. El grosor del hielo ártico ha disminuido un 40% desde la década de 1960.
En 82 años, cuatro de los cinco deshielos del Río Tanana en Alaska ocurridos antes del tiempo normal sucedieron en la década de 1990.

Se espera que el ritmo actual de elevación del nivel del mar aumente como resultado de la expansión térmica de los océanos y del derretimiento parcial de los glaciares y las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia. Las consecuencias incluyen la pérdida de pantanos costeros e islas barrera, además de un mayor riesgo de inundaciones en comunidades costeras. Áreas bajas como la región costera del Golfo de México y estuarios como la Bahía de Chesapeake son especialmente vulnerables. El nivel global del mar ya ha aumentado de 10 a 20 centímetros en el último siglo. El mejor pronóstico de los científicos es que el nivel del mar se elevará 48 centímetros más para el 2100 y quizá llegue hasta 94 centímetros.

OPINIÓN PERSONAL Y CONCLUSIONES

Yo pienso que el calentamiento global es un mal que nos está afectando permanentemente de diferentes maneras, causando pérdidas humanas y materiales. Si no se toman medidas inmediatas para detenerlo en aproximadamente 100 años habrá grandes consecuencias para la humanidad y todos los seres vivos.
La excesiva expulsión de gases invernadero como lo son el gas metano y dióxido de carbono, entre otros, es una de las principales causas del calentamiento global, además de la tala indiscriminada de los bosques que son los "pulmones" del planeta.
Se requiere atención urgente de todos los gobiernos de todos los países del mundo para que pongan en práctica planes y medidas ambientales para evitar que éste problema continúe, además de poner en vigencia leyes contra la emisión excesiva de gases invernadero, por parte de grandes industrias y fábricas, así como promover planes que apoyen el uso de fuentes de energía alternativas en vez de combustibles fósiles.


Arriba
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net