mayo de 2010
número 3
Santos Domínguez
Poeta
Vuelve alegre el barquero a su sereno río
(Hölderlin)
No ha llegado la noche, pero yo ya la veo.Como un pájaro negro, se ha posado en las torres.No es el ave que vuela por las cumbres del bosqueni viaja por sus alas el rumor de las fuentes.Es un vuelo de sombra que borrará los díascomo se ha ido borrando mi perfil devastado.Yo soy, como esa sombra, la sombra de una alondra.Miro asombrado el mundo esta tarde sin nieblaque apaga mi mirada y oigo el dulce goteode la luz en las horas.Muy Reverendo Padre,ya sé que en la colina agoniza la garzay una lenta granada apura su fulgor.Miro por la ventana el último paisaje.Esta luz que declina detrás de los tejados,el humo vegetal de juncos y raícesa la orilla del Neckar, por los bosques sagradosde Diotima y los cisnes y los dioses mortíferos.A lo lejos las islas, las barcas en la orilla,las madres de los héroes, los ríos subterráneos,los templos y las puertas de Corinto y Tubingay el mar y los caballos por el tiempo doradocomo el sauce y el agua por la tiniebla verde.Ah, la sombra, la danza, el címbalo del vientoen la montaña, el viento por las jóvenes yeguas.Pero yo, Scardanelli, humildemente oscuro,apenas deletreo su alfabeto de vida.No ha llegado la noche, pero sé que es la última.Ya el cristal me regala su frágil transparencia.Santidad, permitidme que contemple en silencioposarse la alta noche en las torres sin sueño.
De Las provincias del frío(2005), premio Eladio Cabañero
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net |