SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


febrero de 2012

número 4
ISSN: 1988-9607
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MÁXIMO MUÑOZ, OTRA VISIÓN DEL EXILIO MEJICANO

Juan Antonio Muñoz Castillo
Departamento de Geografía e Historia

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Exilio español

Dentro del conjunto de estudios sobre las figuras del exilio español tras la Guerra Civil de 1936-39, existen lagunas sobre muchos asuntos y personajes. Uno de ellos es el protagonista de este artículo, el ingeniero cordobés Máximo Muñoz. Prietista antes de la guerra, exiliado en Méjico, demostró el desvío de fondos requisados en la zona republicana por Indalecio Prieto y sus kommilitonen. Este hecho, junto con el proceso al que fue sometido por parte del PSOE, supuso su condenación al más absoluto de los ostracismos y que las instancias historiográficas oficiales lo nieguen a viva voz o, si acaso, se cierren en banda ante su sola mención.
Sirva este artículo para su reivindicación.

El exilio mejicano o, como sus propios protagonistas denominaron, emigración republicana española a Méjico, ha sido un tema que ha atraído a quien estas líneas suscribe, desde joven [1]. Sin embargo, la falta de tiempo ha postergado la dedicación al estudio del mismo para extraer conclusiones, una vez se tuvo fe de la existencia de un familiar exiliado. Ni qué decir ante la sorpresa que supuso encontrarse con alguien que sabía demasiado: un exiliado de primera magnitud, cordobés, y desde luego, ignorado -a veces de modo deliberado- por los autoproclamados profetas de la memoria histórica. Porque, si empezamos a hablar con profundidad del tema, nos encontramos con que habría que considerar también otras muchas realidades diferentes de una historia oficialista que hace aguas por todas partes. Nunca se puede-ni debe- establecer (por no decir imponer) una historia “oficial”, coja y falsa per se. Las consecuencias de esta historia políticamente correcta son funestas, y al final, la verdad se acaba sabiendo.

Con estas premisas y otras, vivió el ingeniero técnico de Caminos, Canales y Puertos Máximo Muñoz López. Nació en Conquista en 1908 en el seno de una familia que emigró a Córdoba cuando él aún era muy pequeño [2]. Buen estudiante, empezó Medicina [3] aunque continuó estudiando Aparejador, Perito Eléctrico y Perito Mecánico y al mismo tiempo, trabajó con un ingeniero. Se afilió al PSOE y la UGT en 1929- como Negrín-el mismo partido que había mantenido la paz social en la Dictadura de Primo de Rivera, y entonces encabezó la oposición a la misma, y trazó la carretera que comunicó el Guadiato con Córdoba, entre otras muchas [4].

El ingeniero Máximo, prietista , fue uno de los animadores del socialismo cordobés en aquellos años de la Segunda República. Por eso resulta harto creíble, que, al triunfar el golpe militar de julio de 1936, a su cabeza se le pusiera precio y que algún “guardia cívico” hubiera deseado cazarle; pero Máximo huyó [5]. Se incorporó al ejército republicano en la sierra de Córdoba, y fue rápidamente adscrito al Estado Mayor del IXº Cuerpo como oficial de Ingenieros y comisario político, con el grado de capitán. Fue responsable de la construcción de fortificaciones, aeródromos y trincheras, y también parlamentó con el capitán Cortés, de modo infructuoso, en el asedio del santuario de la Virgen de la Cabeza. Asistió allí a las constantes disputas entre socialistas, anarquistas y comunistas [6] antes de su traslado a Barcelona, a un laboratorio de la Subsecretaría de Armamento, y finalmente, a la Jefatura de Estado Mayor del Xº Cuerpo en Puigcerdá, con el grado de comandante o mayor. En febrero de 1939 huyó a Francia. Participó encuadrado en el ejército francés en el primer año de la Segunda Guerra Mundial, como oficial técnico de ingenieros [7] antes de embarcarse con su familia, amparado en un pasaporte venezolano, con destino a Méjico y previas escalas en Casablanca, las Bermudas y La Habana.

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Exilio visto por R. Capa (1944)

Una vez en Méjico, fue testigo de las arbitrariedades de Indalecio Prieto con los fondos requisados en la zona republicana y llevados allá en 1938 a bordo del Vita. Máximo, al igual que otros muchos exiliados, planteó su conversión en un “fondo común” para las necesidades del colectivo, que no eran pocas. Nada más lejos de la realidad. Indalecio Prieto convirtió, primero el SERE y luego, las JARE , en un negocio al servicio de sí mismo y sus allegados.

Todavía hoy cuesta encontrar las pruebas de que Máximo Muñoz no mentía. Mientras -tal y como dice en sus obras- trabajaba como ingeniero de minas y gerente en una importante compañía minera iba reuniendo pruebas. No fue el único: también un coronel republicano y el también socialista y ex diputado por Castellón, Juan Sapiña Camaró declararon lo mismo: Prieto se apropió de fondos que no le correspondían [8]. En 1950 se concretaron las pruebas de Máximo Muñoz en un informe elevado al Congreso del PSOE en Toulouse [9] y en un artículo publicado en el periódico mejicano Excelsior, y titulado Problemas actuales del socialismo español. Este hecho originó su expulsión del PSOE y la de Sapiña en el mismo 1950 , y la apertura de un expediente y un juicio político realmente injusto y atrabiliario, que se prolongó hasta enero de 1954 [10].

Ya entonces, en el verano de 1952, Máximo Muñoz había articulado la defensa , sólidamente documentada, no sólo de sus argumentos-y pruebas- contra Prieto en su libro Dos conductas: Indalecio Prieto y yo.Un mes antes de publicar Dos conductas, salió de imprenta su libro Tragedia y derroteros de España. Todo un estudio político y un programa para la liberación y reconstrucción de España-tal y como reza en su portada- [11]

Por si el expediente y la aparición de estos dos libros, no fueron bastante impactantes, aún más lo fue la publicación de Tres conductas, y aún más, la conferencia que Máximo Muñoz dio en el Ateneo Español [12], con el título de Grandeza y tragedia de la emigración republicana española en Méjico. Un auténtico “yo acuso”. No sólo bastantes de los miembros del Ateneo se dieron de baja, sino que el propio Prieto quedó en entredicho. Otra cosa es que el hecho se haya querido o intentado ocultar. Posteriormente, en enero de 1957, publicó un artículo más, en el periódico El Universal de Méjico, titulado El oro de Moscú, el tesoro del Vita y la Verdad Histórica, que remató su visión sobre este asunto tan grave.

Al salir con estas líneas el asunto a la luz, hay reputaciones manifiestamente deformadas que caen por su propio (y abultado) peso. Máximo Muñoz vivió diecisiete años más, sin poder cumplir, muy a su pesar, la promesa que hace al final de Tres Conductas…..:

Algún día regresaremos a España. Yo no temo presentarme ante el juicio de mis correligionarios con la cabeza alta.
Estoy seguro de que ni Prieto ni Trifón podrán hacerlo. En realidad no creo que puedan volver por todo cuanto arriba hay expuesto
.

Sirvan estas líneas para reivindicarlo y poner los puntos sobre las íes en el caso de la compleja historia del exilio mejicano [13], tan distinto de la fiesta que algunos todavía nos quieren manifestar. Otra visión de la Historia es completamente posible y factible.
La prueba es el propio Máximo Muñoz y su testimonio.

BIBLIOGRAFÍA:

Obras de Máximo Muñoz:

- ”Problemas actuales del socialismo español”, Méjico, diario Excelsior, 1950 .
- "Informe al V Congreso del PSOE en Toulouse", Méjico, 1950.

- Tragedias y derroteros de España Méjico, Ed. ILSA, 1952.

- Dos conductas: Indalecio Prieto y yo, Méjico, Ed. ILSA, 1952.

- Tres conductas: Indalecio Prieto, Trifón Gómez y yo, Méjico, Ed. ILSA, 1954.

- ”Grandeza y tragedia de la emigración republicana española en Méjico”,conferencia impartida en el Ateneo Español de Méjico, 1955.

- ”El oro de Moscú, el tesoro del Vita y la Verdad Histórica”, diario El Universal de Méjico, 14 de enero de 1957.

Bibliografía general:

BUENESTADO GARCÍA, M.: “Máximo Muñoz López(la trayectoria de un hombre ejemplar)”, en Revista de Feria y Fiestas de Conquista, Conquista, Excmo. Ayuntamiento, 2007.

COMÍN COLOMER, E.: La República en el exilio, Astorga, Ed. Akrón, 2009.

MUÑOZ CASTILLO, J. Aº.: Moneda de tres caras, Córdoba, Ed. Litopress 2007 (1ª edición) y 2010 (2ª edición, corregida y aumentada).

PAYNE, S.: El colapso de la República, Barcelona, Ed. Planeta, 2006.

SHERIDAN, G.: “Los refugiados españoles en Méjico”, en www.letraslibres.com=7549.

VV.AA.: “El tesoro del Vita”, Madrid, Historia 16.

WEBGRAFÍA:

www.alasbarricadas.org

www.ateneo.unam.mx.

www.cervantesvirtual.com

www.cordobapedia.org

www.eluniversal.com.mx

www.letraslibres.com

www.mcu.es/cdmh

www.sbhac.net

[1Téngase en cuenta que los propios exiliados se reconocían a sí mismos como emigrantes, pensando en que el Franquismo no duraría tres décadas casi cuatro, sino mucho menos, y que podrían volver. Baste un ejemplo: la famosísima canción “El Emigrante”, de Juanito Valderrama, se estrenó en Tánger, en 1949, una ciudad atestada de exiliados-emigrantes- republicanos.

[2Su primo Juan Antonio Muñoz (1918-2008) aseveraba que tenía “al menos veinte años más” que él. Lo cierto es que, consultada la documentación remitida por el Sr. Buenestado García desde el Registro Civil de Conquista, nació el 18 de noviembre de 1918, hijo de Juan Antonio Muñoz Fernández y Ana Josefa López Sepúlveda.

[3Según su propio testimonio en Tragedia y derroteros de España página 253.

[4Su primo Valeriano Muñoz (1879-1952), también fue socialista y el alcalde republicano de Conquista. Un socialista ejemplar, que se jugó la vida por sus paisanos, aún los del bando contrario cuando quedaron a merced de incontrolados e incontrolables, como un tal el Alpargatero, que fusiló a cientos de personas en las sierras de Córdoba y Jaén. Valeriano Muñoz pasó poco tiempo en la cárcel tras la guerra, y murió en Úbeda en 1952.

[5Su huida de Córdoba la describe en Tragedia y derroteros..., Cap.1, pág. 33. Por cierto, entre los “guardias cívicos” que llevaron en buena medida el peso de la represión en Córdoba y las retaguardias, se cuentan- según testimonios orales y el de autores como Patricio Hidalgo- los casos de no pocos advenedizos y chaqueteros, que, hasta el día antes de la sublevación habían pertenecido a la Masonería, el Partido Radical, e incluso el PSOE o el PCE (en Córdoba es particularmente conocido el caso del comunista de la calle Mucho Trigo, que, convertido en ”guardia cívico” vistió de luto a cientos de familias de Santiago, Puerta Nueva y la Magdalena).

[6Particularmente, en el frente de Jaén y Granada, asistió al “asunto Maroto”,-vid Bibliografía. Muñoz, Moneda de tres caras , pág. 44-, en el que este dirigente de la CNT fue calumniado y apresado en base a acusaciones hechas por los comunistas. Maroto fue dejado caer prisionero al acabar la guerra y fusilado por los nacionales en 1939.

[7Toda su carrera militar aparece reflejada en su libro Dos conductas: Indalecio Prieto y y,pp. 89-128.

[9En el que se efectuó la transacción del control del PSOE de Indalecio Prieto a Rodolfo Llopis, alto grado masónico y que controló al partido como un mecanismo de relojería hasta el Congreso de Suresnes.

[10Toda la documentación final del proceso se puede ver en Tres conductas: Indalecio Prieto, Trifón Gómez y yo.

[11Ambos libros fueron publicados por la editorial ILSA y hoy son casi inencontrables.

[12Máximo Muñoz aparece como socio fundador del Ateneo Español de Méjico en 1949(Vid. www.ateneo.unam.mx) y anteriormente, 1942, había sido socio fundador de la Casa de Andalucía de Méjico.

[13El autor de estas líneas sigue sosteniendo que no se puede hablar de un solo exilio, sino de varios exilios a consecuencia de la Guerra Civil de 1936-1939, con muy distintos desenlaces.

Las imágenes que ilustran el artículo ha sido tomadas respectivamente de www.nodo50.org y de www.clio.rediris.es/exilio-


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