junio de 2015
número 5
Versión imprimirMIRÉ POR UN MOMENTO EL SOL
Texto escrito en clase como una pregunta más en la prueba de lectura de Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez.
Miguel Benítez Humanes
Alumno de 4º ESO C
Miré por un momento el sol. Estaba amaneciendo y los primeros rayos del día iluminaron las costas a las que me dirigía, las costas de aquella tierra de oportunidades a la que tenía que llegar como fuese. Todo iba bien, apenas faltaban unos metros para llegar cuando una gran ola, provocada por un barco patrulla, pasó a toda velocidad a nuestro lado y nos cubrió enteros. De repente dejé de ver la costa y el cielo y cerré los ojos porque me escocían.
No podía respirar. Fue entonces cuando descubrí que la balsa había volcado. Volví a abrir los ojos -esta vez aguantando el picor- y vi cómo se hundían los ancianos, mujeres, niños pequeños y otros hombres, como si fuesen insignificantes objetos.
No sabía nadar. Pero moví todo mi cuerpo lo que pude y conseguí mantenerme a flote. Intenté llegar a la balsa pero un hombre, que como yo intentaba también alcanzarla, me apartó violentamente y trató de hundirme.
Entonces dejé de ser persona y mis instintos me convirtieron en los de un animal. Agarré mi cuchillo. Apartarme de la balsa y tratar de ahogarme fue lo último que hicieron sus manos.
Al final conseguí llegar a la embarcación, y allí me quedé tumbado descansando.
No era capaz de oír los gritos de aquellos que me pedían ayuda. Sólo pensaba en permanecer allí dentro hasta llegar a Europa. No podía dejar pasar mi oportunidad.
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