BEATRIZ Y LOS CUERPOS CELESTES

El libro narra la historia de Beatriz, una chica madrileña que, tras una estancia de cinco años en Edimburgo regresa a Madrid.

La narración comienza justo en el momento en el que Beatriz abandona Edimburgo, llevándose sólo lo imprescindible, porque no se decide a marcharse del todo. No quiere abandonar a Cat, su novia, pero tampoco tiene muy claro su papel en esa relación.

Al llegar a Madrid, la ciudad se le clava como un puñal. Decide buscar a Mónica, un amor platónico de la juventud, a la que no ha visto desde hace tiempo. Pero ya todo es distinto: Mónica hace tiempo que dejó de ser una chica atrevida y seductora, juerguista y devora-hombres; ahora es adicta a la heroína.

En la narración de lo que ocurre a su llegada a Madrid, se intercalan retazos de otras historias algo más antiguas: de la vida con sus padres, de Mónica, de Cat, de cómo echaba de menos Madrid y ahora que ha vuelto siente que esa ciudad ya no es la suya. Lo que al principio es sólo un retorno, acaba convirtiéndose en una disyuntiva moral sobre qué hacer y, ante todo, en una exploración del amor, los padres, los amantes y los amigos.

El libro es sumamente bueno: perfecta estructura, una idea que, aún no siendo original (las historias de chicas adolescentes han llenado millones de páginas), incorpora muchas innovaciones. El libro tiene un buen ritmo, consiguiendo una narración ágil y absorbente, logrando que las 350 páginas de la novela vuelen, en el sentido más literal de la expresión.

Creo que es una de las mejores novelas que he leído últimamente. Lucía Etxebarría es una de esas jóvenes promesas de la literatura española. Esta novela, digna merecedora del Nadal.

Valoración: 9 (muy alto).