SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


mayo de 2019

Número 7
ISSN: 1988-9607
·
Versión para imprimir de este documento Versión imprimir

PAUSA

Beatriz Minaya

Yo solo quiero pausa, tú rebobinar
Yo solo busco un ritmo lento, tú velocidad

Pausa, IZAL.

¿Qué planes tienes para este fin de semana? ¿Vas a hacer algo esta tarde? ¿Estás pensando en todo lo que tienes que hacer cuando acabes de leer este artículo? Es más, ¿no tienes la tentación de dejar este artículo aparcado y ponerte a hacer cosas? Si la respuesta es no, ¡qué envidia! Si la respuesta es sí, no te preocupes: yo también.

¿Cuándo fue la última vez que te tomaste una pausa? No una pausa de estudiar, o una pausa del trabajo. Una pausa de verdad: un momento dedicado a no hacer nada. Respóndete con sinceridad. Probablemente haga mucho tiempo. Cuando desconectamos de nuestras obligaciones tenemos otras cosas que hacer: atender las redes sociales, contestar los mensajes, ponernos al día con la última polémica, enterarnos de dónde viene ese meme que todo el mundo usa, ver el nuevo vídeo de Rosalía…

Todo (obligaciones y ocio) acaba convirtiéndose en tareas pendientes, en cosas que hacer. Y vamos a contrarreloj para conseguir llegar. Es normal: no tenemos tiempo. ¿Verdad?

Bueno, quizá eso de que no tenemos tiempo es otra de las cosas que nos han hecho creer, precisamente, porque “no tenemos tiempo” para pararnos y pensar. Opinar, consumir, disfrutar, también se han convertido en tareas. Tenemos que ver la última serie de Netflix cuanto antes para participar en las conversaciones. ¿Qué se lleva? Tengo que comprarlo antes de que se pase la moda. ¿De qué se está hablando? Tengo que opinar, que mi silencio no se interprete como ausencia. Porque, si no opino, ¿existo? Si no se oye mi voz, ¿estoy?

Y consumimos, compramos y opinamos lo que se consume, se compra y se opina. No nos detenemos para evaluar qué queremos nosotros, qué nos apetece ver o hacer, cuál es nuestra opinión. Eso necesita tiempo, disminuir la velocidad, una pausa...Y nosotros vivimos en medio de ojos de huracán: parecemos estar en calma, pero todo a nuestro alrededor se mueve muy rápido.

Reclamemos esa pausa, el tiempo y el espacio necesarios para ser nosotros mismos, para pensar, para descubrir lo que queremos, para elaborar nuestras convicciones y ponerlas en cuestión cuando sea necesario. Si no encontramos ese tiempo por nosotros mismos nadie nos lo va a dar.

A mí, para conseguirlo, me ha sido de bastante ayuda abanderarme de lo “inútil”. Por ejemplo, de la poesía. Una de mis poetas favoritas tiene un poema que, creo, podría servir para poner un cierre de lujo a esta reflexión mediocre. Allá va.

Me dijeron:
- O te subes al carro
o tendrás que empujarlo.

Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas.

Gloria Fuertes


Arriba
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net