RESIDUOS RADIACTIVOS

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En concordancia con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) podemos definir residuo radiactivo como cualquier material o producto de desecho, para el cual no está previsto ningún uso, que contiene o está contaminado con radionucleidos en concentraciones o niveles de actividad superiores a los establecidos por el Ministerio de Industria y Energía. Estos residuos pueden tener diferente procedencias como aplicaciones energéticas, sanitarias e industriales así como para la docencia y la investigación.

Pero todo residuo radiactivo, con el paso del tiempo irá decreciendo su actividad, pudiendo llegar un momento en que su concentración de actividad sea inferior a los establecidos por el Ministerio de Industria y Energía.

Los residuos radiactivos se clasifican, generalmente, en función de las concentraciones de radionucleidos que contienen y de la vida media de estos isótopos, factores que en definitiva son indicativos del riesgo que pueden suponer y, por lo tanto, de la complejidad de las soluciones técnicas y medidas de seguridad que se deben tomar en su control y gestión. Atendiendo a estos aspectos pueden distinguirse dos grandes grupos:

Residuos de baja y media actividad: contienen concentraciones bajas o medias de radionucleidos de vida media corta, generalmente inferior a 30 años (isótopos emisores beta-gamma) y un contenido bajo y limitado en radionucleidos de vida larga (emisores alfa).

Residuos de alta actividad: contienen concentraciones elevadas de radionucleidos de vida corta y media y concentraciones considerables de radionucleidos de vida larga, generan grandes cantidades de calor, como consecuencia de la desintegración radiactiva y, aunque la actividad decrece con el tiempo, tardará varios miles de años en llegar a un nivel no nocivo para la salud.

El principal problema actual de los residuos radiactivos es su almacenaje, ya que debido a su alto tiempo de desintegración, el actual cementerio de España, el Cabril, pronto se desbordará con todo lo que ello supone. Por este motivo se ha previsto la creación de nuevos lugares como la próxima construcción de un almacén de residuos en la ya cerrada central nuclear de Zurita, que constará con un espacio al aire libre donde se podrán depositar temporalmente los residuos radiactivos; pero aún así, el problema estará siempre presente, ya que actualmente se está generando un gran cantidad de residuos, la cual posee un aumento exponencial.

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