abril de 2008
número 1…La primera mujer cordobesa que se matricula en los estudios de bachillerato (año 1884) se llamaba María Dolores Navas Delgado y era natural de Baena?
José Luna Jurado
Director del I.E.S. Séneca
Un interesante artículo del diario Córdoba de 1 de junio de 1947, escrito por José María Rey Heredia, se hacía eco de esta noticia y a la vez trazaba un breve recorrido sobre la incorporación de la mujer a la enseñanza del Bachiller, para finalizar con unos datos estadísticos de los cursos académicos 1942-1943 y 1946-1947, año, este último, en el que solamente asistieron a diario 273 chicas a nuestras aulas.
Casi en los mismos días que se fundaba nuestro Instituto se instalaba también en la capital, la “Escuela Normal del Magisterio de Instrucción Pública" de la provincia de Córdoba. En ella se formarían maestros idóneos; pero la preparación de la mujer para las funciones del magisterio, esa no plasmó hasta no pocos años más tarde.
Ninguna ley impedía a las mujeres emprender estudios de Bachillerato una vez abiertos los Institutos y, sin embargo, nadie demandó puestos en sus aulas. Pasó mucho tiempo hasta que la mujer se decidió a buscar para independizarse los tres únicos campos que por entonces se le abrían en España: o maestra, o matrona, o estanquera. Es preciso avanzar hasta pasado el año 1869 si se ha de hallar el rastro del sexo femenino en las clases donde se enseñaban las disciplinas del grado de Bachiller.
Antonia Arrobas, fue la primera muchacha que llamó a las puertas de la segunda enseñanza y ello fue en el Instituto de Huelva, tomándose el caso como insólito y necesitado de consulta antes de resolverlo.
La Superioridad miró entonces lo legislado; lo volvió a mirar y al no hallar en la Ley vigente precepto alguno prohibitivo, autorizó la solicitud surgiendo con ello el delicioso precedente.
En el año 1871, una segunda mujer quiso examinarse en un Instituto. Se llamaba Marta Maceras y Rivera, y solo pidió eso….. examinarse; es decir: hacer en privado su preparación – “enseñanza doméstica” se apellidaba tal modalidad- y acudir a un centro oficial a dar validez académica a los estudios hechos en el recatado ambiente, en el huerto cerrado de su hogar.
Otra vez la consulta a la Dirección general y ahora este organismo que se agarra al precedente de Antonia Arrobas y concede lo pedido ya que nada había dispuesto en contrario. Siempre ha ocurrido lo mismo: Lo que se otorga como gracia para el primero, es precedente para el segundo y ley para el tercer….¡ genialidades del derecho consuetudinario.¡
Mas, en el caso de la alumna Maceras el proveído sale al paso del propósito que encubiertamente animaba la consulta. Si la gracia que a la Maceras se otorgaba iba a servir de fundamento para que otras personas del mismo sexo acudieran a las aulas en virtud de análogo derecho se equivocaban los consultantes .”…pues que son claros los inconvenientes que, dado el estado de nuestras costumbres (año de 1.871, día 2 de septiembre )” podría ocasionar la reunión de ambos sexos en las clases, no obstante el indisputable derecho que a la instrucción tiene la mujer, del que puede usar, preparándose privadamente y convalidando después sus estudios domésticos por los medios, va entonces marcados en la ley para el alumnado libre”.
El camino estaba abierto. En septiembre de 1.872 se hizo igual concesión a doña Clara Costa y Franco y en Junio del año siguiente a doña Elvira Rodríguez Castyñeira. Ellas fueron las cuatro primeras mujeres que sacaron título de Bachiller en España.
Por lo que a Córdoba hace, la lista de las precursoras ofrece estos nombres por riguroso orden de antigüedad: Dolores Navas Delgado, María de los Dolores López Carballido, María Gómez Coral, Pilar Baena Díaz, María Luisa Lubián Aríza, Araceli Avilés, Carlota Fuentes Pérez Blanca de Lucía, Mariana Gisbert Alonso y Soledad Malo Ordóñez.
Estas mujeres cordobesas -en su mayoría-, realizaron sus estudios por enseñanza libre casi todas, y cuando alguna se decidió acudir al Instituto de modo cotidiano - Soledad Malo debió de ser la primera hacia 1.903- , lo hizo acompañada siempre del profesor titular de la clase en que se presentaba y ocupando un puesto distinguido en la plataforma. En tales casos era la alumna el estimulo y el acierto del discipulado masculino , cuyas faltas de aplicación se comparaban públicamente con la pundonorosa conducta de la muchacha que presenciaban sus fallos. Acaso también en ellos el afán de aprender y el temor a hacer mal papel, no sería muy ajeno a la presencia de tanto espectador de sus trabajos y lecciones dadas.
En los últimos cuarenta años, el alumnado femenino alcanzó en algunos cursos académicos cifras tan altas como estas:
En el 1942-43 hubo matriculadas 932 hembras de las que 354, correspondían a la enseñanza oficial y asistían a clase, mas al volver las Normales a abrir sus enseñanzas, ha decrecido el número de mujeres estudiantes de Bachillerato en el Instituto de Córdoba. En el año actual hay inscritas 593 de las que 273, son oficiales concurrentes a diario a las aulas.
Periódico CÓRDOBA Página 3
1 de junio de 1947 ¿José Mª Rey?
En el archivo de nuestro Instituto, se custodian los expedientes académicos de todos los alumnos que han pasado por nuestras aulas, desde el número 1 del año 1847, hasta el número 88461 del curso 2007-2008; incluye, por tanto, al expediente número 4969 que corresponde a Dª María Dolores Navas Delgado. Este contiene, entre otros documentos, el EXAMEN DE INGRESO de la mencionada alumna, correspondiente al curso académico1883-1884 y registrado con el número 61, y algún examen de Historia de los cursos de bachillerato.
Superar esta prueba era condición indispensable para que todo aspirante pudiera ingresar en la segunda enseñanza. Su contenido era un dictado y una prueba de multiplicar.
Particularmente considero apasionante contemplar este documento y su inaudito contenido, que parece ideado para marcar un hito en el inicio de la incorporación de la mujer al mundo de la instrucción pública.
“Cuando la ilustración y la cultura se extiendan a ambos sexos, la sociedad dará un gran paso en la senda del verdadero progreso”.
La ausencia de faltas de ortografía, la buena caligrafía y la exactitud de la cuenta de multiplicar dan como resultado una calificación de Sobresaliente. El examen está firmado por tres profesores reconociéndose la firma de ….López Dieguez, con el Vº Bº del Director
Ojalá este primer SABÍAS QUE……haya suscitado la curiosidad e interés suficientes y sirva para mantener viva esta sección que hoy comienza su andadura y a la que deseamos una larga vida. Si además sirve de aportación a la cultura cordobesa, sería una buena señal de que el Instituto Séneca camina en la “senda del verdadero progreso”.
2Reproducción de la página del periódico Córdoba y del artículo citados en el texto.2
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