abril de 2008
número 1
Ana Castro Valero
Alumna del I.E.S. "Séneca"
[(Después de varios intentos, por fin conseguimos unos momentos de tranquilidad en esta mañana tan movida como todas -o quizás algo más, debido a los preparativos para el Día de Andalucía-. La Jefatura de Estudios siempre se encuentra repleta de profesores y alumnos que demandan atención por su parte y que siempre se ven obsequiados con una sonrisa. Si algo sabe Antonio Bravo, es que la convivencia constituye una de las cuestiones prioritarias del Centro. Tras hacernos un hueco -con múltiples interrupciones-, éste es el resultado.)]
Es evidente que de alguna manera su nombre sale a relucir como cabeza visible del Centro. ¿Supone esto una gran responsabilidad? ¿Qué le reporta personalmente?
Estar ahora mismo de responsable en una faceta como la Jefatura de Estudios me sirve bastante; es más, yo fui alumno como usted, soy profesor y en estos momentos, por un cierto tiempo, jefe de estudios. Esto hace que tome un pulso al Centro distinto al de un profesor normal.
¿Cómo entiende su labor como jefe de estudios? ¿Cuál cree que debe ser su función?
Mi labor debe ser siempre formativa: debe sacarse algo bueno después de una llamada de atención al alumno. La Jefatura de Estudios aprende a diario del comportamiento de todo el mundo; debe realizar una labor armónica, vanguardista y flexible para estar con los tiempos (nos pone de ejemplo los nuevos problemas ocasionados por los móviles).
¿Qué valores pretende potenciar desde la Jefatura de Estudios?
Los valores son todo en la vida, en la sociedad; son puntos de referencia que deben inculcarse a nivel familiar, educacional, etc. Del aprendizaje diario saco conclusiones como que un chico o una chica tiene valores que debemos potenciar: como el respeto, la ayuda, que haya gente pendiente de otra gente, pues si todo el mundo está pendiente de todo el mundo llegaremos a una unión en que la convivencia mejore…
Tengo entendido que el año que viene toca cambio de equipo directivo, ¿no es así?
Sí, nosotros terminamos el curso próximo.
¿Le gustaría continuar con su labor?
Yo creo que estoy casi obligado a continuar para apoyar al director, que va a continuar. Nos sentimos vinculados a echar una mano para que la dirección siga llevando el Centro, con lo cual es sí o sí, o sigues o sigues. El mandato se puede prorrogar durante unos años una vez que acabe y le vamos a ayudar.
¿Le abruma la burocracia?
Lo que pasa es que tiendo a priorizar. Por la mañana tiene prioridad el Centro. Aquí estamos para resolver, en esa resolución se nos va todo el tiempo. Lo burocrático lo hacemos fuera de horario en la tarde o en la noche.
¿Cuál considera que es el papel que juega el alumnado en el Centro?
Nosotros creemos en las ideas. Tenemos un Centro con una infraestructura muy grande en cuanto a espacio y los alumnos se vuelcan con las actividades de cualquier tipo como proyectos solidarios (Etiopía, Perú, Costa de Marfil…). Buscamos una solución, que siempre hay y es la mejor; intentamos que el alumno esté siempre cerca de nosotros, de manera que entendamos el problema rápidamente y busquemos la solución más adecuada para él. Por eso hay mucha gente muchas veces en la Jefatura de Estudios. Nos gusta siempre una cierta armonía entre todos: intentamos que nos quede lo mejor de cada día y aprendamos qué no debemos hacer.
¿Conseguirá que los alumnos respondan acertadamente a lo que usted trata de promover desde el Centro?
Yo creo que sí. Hasta ahora no he tenido, gracias a Dios, nadie que se me haya enfrentado y diga “yo no quiero hacer eso”. Les enseñamos por qué se hacen las cosas y para qué.
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