mayo de 2007
número 0LUCÍA LÓPEZ ZURITA, alumna de 4º ESO D, ha obtenido con este poema una beca de formación en la la Escuela de Escritores Noveles, en el V Certamen Andaluz para Escritores Noveles, convocado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía dentro del marco de actuaciones del Pacto Andaluz por el Libro (PAPEL).
Lucía López Zurita
Alumna / 4º ESO D
Y NO LO DECIDIÓNació, y jugó a ser muy feliz por un tiempodecidiose a empezar y acabar cuando el quisiera,dedujo que él era dueño y señor de sus actos.Y de pronto descubrió aun siendo joven,que no eligió el principio y tampoco elegiría el final.Y quiso, en consenso con su alma,dibujar el final, decidir los medios, el cómo y el cuandoy todos aquellos detalles que cogían a la gente de improviso.Vivió la vida intensamente,como él siempre quiso, como deseó, como soñó,en sus cavilaciones de niño pensativo y solitario.Decidió echarle un pulso a la muerte,a la mujer, al hombre o al ángel vestido de negro que se oculta tras su máscara.Y más que otra cosa anhelo ganarle, derrotarla, hacerla arrepentirse de todo, dominarla.Y cuando la muerte se enteró (siempre lo hace)no paró de reírseen toda la noche, en todo el día, de aquel ingenuo que osaba desafiarla.Y resolvió regalarle, tal era su especialidad,una broma macabra, pesada,acorde con la personalidad que la maquinaba.Le envió una carta elegantecon sobre de papiro y plicacon caracteres góticos, firmada y escrita en un tono directo y sincero.Y él la recibió con una sonrisapensando que era una disculpa por haber intentadovigilar, acortar, limitar, amargar su vidaque era suya y solo suya a partes iguales.Pero observó con perplejidadque contenía una información distinta“en la plica se adjunta información detallada sobre el fin incontrolable”Y él ofuscadono quiso abrirla incapaz de aceptarel todo, la nadael saber que se acababa y él no sabía ni cuándo, ni dónde, ni cómo.No supo que hacer con ellasi quemarla o mojarla o romperla destrozarla agrietarla.Y caviló durante años, como hiciese cuando era niño,sobre qué hacer con el sobre que guardaba en el bolsillo interior de su chaquetaPensó que tenía tiempoy lo pensó tanto que cuando fue a abrirlael sobre estaba mohoso, la tinta derretida, la letra corridapero él había estado mucho tiempo pensandosi era mejor abrirla saberlo todo y tener tiempo de despedirseafrontando los últimos suspiros de su vida angustiadoo si era mejor no saberlo y que le pillase de improvisosin poder recorrer tranquilo y seleccionar sus recuerdospara una vida posterior en la que no creía.Y al final y tras muchos añospensó que tenía tiempo y que deseaba abrirlaque quería irse tras haberse despedido de todo.Así que no se despidió de nadie antes de abrirlani repasó su galería de recuerdosni dejó una carta para su esposa muertani quemó los cuadros pintados a escondidasni las cartas de amor del desván(tenía tiempo, mucho tiempo)Se sentó y con toda la tranquilidad del mundo, se evadió de todo y la abrióy cuando tras años se disponía a verlo todocerró los ojos para siemprey es que no quiso darse cuenta de que el tiempo iba en su contra y ganaba.
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net |