EL JERSEY ROJO

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EL FALSO INVIERNO, segundo grupo poético, constituido por seis poemas, sigue la tendencia del primero en cuanto a la escasa presencia del yo poético, si no es a través del “nosotros”. Destacamos el poema La vida en los balcones, sobre la fragilidad y la inconsistencia de lo humano, de tono grave y filosófico.

Habría que afirmar, además, que en Junio, Falso invierno y La vida en los balcones el poeta hace de la circunstancia, de la anécdota -la lluvia, el otoño, los balcones- una metáfora de la vida y de los posibles “salvavidas”:

La vida deja poco:

quizá algunos balcones,

un saliente gris en la fachada.

(de Junio)

El otoño es un tránsito,

una acumulación de los descartes,

un tiempo indefinido

que al cabo nos define y nos doma..

(de El falso invierno).

Somos tanta vida en los balcones:

un asomarse al mundo

y no poder tocar nuestro sitio en el mundo...

(de La vida en los balcones).

ROAD-MOVIE recoge un solo poema con el mismo título, en el que el poeta recorre varias ciudades –Zaragoza, Lérida, Barcelona...- y se acerca poco a poco a su propia identidad.

Ahora, por fin

ya sabe quién es y dónde está,

y también qué le espera:

una cavidad que se desprende

de una pesadez sobre los ojos,

un mirar la escena desde dentro,

no dejar de ser un autobús

en medio de una noche sin horario. Montpellier:

una ciudad muerta a la que avanza.

Un descendimiento de un lugar, y un reconocerse

en la caída.

EL FOTÓGRAFO es el último grupo poemático, compuesto por diez composiciones entre las que se incluye un artículo periodístico similar, aunque más trivial, al incluido en la primera parte. Son poemas impregnados de un fino erotismo, también salvador y trascendente, que, como el fotógrafo, logra “robarle al tiempo exiguo algún extracto”. La sensualidad, el colorido, la caricia, la mirada, hacen de esta última poesía lo más brillante, personal y sugestivo de todo el poemario. El autor da libertad a los sentidos y descubre en ellos una fuerza salvadora superior a la de la creación artística.

Tumbado,

lento y quieto,

casi mudo

para qué voy a escribir,

si estás desnuda.

(de La playa)

Se trata, en conclusión, de una obra heterogénea, variadísima en cuanto a temas e influencias, inserta en la estética de la poesía actual, que busca nuevos cauces a la vez que respeta y rescata elementos de la tradición literaria.

El sentido de la vida, la trascendencia de lo cotidiano, la escritura como salvación, el amor –carnal y sublime- como liberación suprema, la fugacidad del tiempo son los temas universales que nutren esta obra; dentro, eso sí, de un estética formal innovadora y sugerente.

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