PLANETAS, EXPOPLANETAS Y ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS

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¿Por qué estudiar los planetas? Porque están ahí y a nuestro alcance, sería suficiente respuesta. Pero además, el nuestro, la Tierra, es uno más de ellos: forma parte de un único y mismo sistema, el sistema solar. Sólo cuando hemos tenido una comprensión global del sistema: de su origen, evolución y composición, de los meteoritos, asteroides y cometas, de las atmósferas planetarias, de las semejanzas y diferencias entre las superficies de los cuerpos planetarios, etc., hemos terminado de dar una explicación satisfactoria a nuestro planeta Tierra.

Un impacto de asteroides superiores a 1 km de diámetro puede producirse cada medio millón de años. Sería suficiente para destruir un millón de km2 y provocar un cambio climático y la extinción de 1/3 de la B iosfera

¿Por qué fueron objeto de estudio los “nuevos mundos” que se fueron descubriendo: el lejano Oriente, las Américas, Oceanía…? Porque fueron descubiertos, porque existían y estaban ahí a nuestro alcance. Y pudieron ser después explorados, habitados y explotados. Exactamente igual está pasando con los planetas. ¿Más razones para conocer el sistema solar? Tres entre otras:

  Asteroides y cometas viajan a enormes velocidades en unas órbitas irregulares. De vez en cuando se acercan a la Tierra y pueden ser atraídos por su gravedad. Ya sabemos las consecuencias de esas colisiones: extinciones en la Biosfera. Por la cuenta que nos trae, debemos vigilar las posibles aproximaciones e incluso lanzar sondas contra ellos para hacerlos explotar antes de que impacten.
  El futuro de la Tierra no está garantizado para la especie humana. El descontrol de la superpoblación y de los recursos, la destrucción de hábitats, ecosistemas y de la biodiversidad, por la insoportable contaminación de los suelos, del aire y de las aguas y los probables cambios climáticos naturales e inducidos, podrán provocar una situación de agonía extrema al menos para algunas especies biológicas. Nosotros, a pesar de la tecnología, somos demasiado frágiles. ¿A dónde iremos? Marte, la Luna y algunos satélites de Júpiter y Saturno reúnen condiciones para ser parcialmente “terraformables” y habitables. ¿Cómo y dónde vivirán los nietos de nuestros nietos?

  Aunque no tendría por qué ser así, hoy los medios de comunicación marcan los centros de debate y de interés. Los descubrimientos científicos en general, y los astronómicos y sobre el sistema solar en particular, ocupan a diario titulares en la prensa y en la televisión.

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