febrero de 2012
número 4
Equipo de Redacción: Francisco Genis, Rafael Suanes, Javier Martínez, José Antonio Ariza, Carlos Cerezo, Martín R. López, Julia Cantón, Lola Sierra y Elena Lucena.
Coordinación: Mª Dolores Ansio.
[*POESÍA Y ESCRITURA*]
[(“La realización de un poema es siempre (además de un inicio de supresión del tiempo) un personal y nunca concluido ejercicio.” (Preliminar de La belleza impura. Poesía 1970-1989). )]
- ¿Qué dosis de biografismo hay en su poesía? ¿Le ayuda a detener la línea del tiempo?
Mi poesía suele tener un alto componente autobiográfico, pero depende de los libros y de los poemas. Otros son invenciones con el sentimiento. A mi me gusta la poesía -no escasa- que intenta guardar con su intensidad, un momento vivo en el fluir del tiempo.
- ¿Qué diferencia la buena de la mala poesía?
Para saber qué diferencia la buena de la mala poesía hay que haber leído mucho. La poesía mala está falta de tradición, es ingenua (en el peor sentido), carece de intensidad, de pasión y de estilo... Hay muchos más rasgos. El buen lector la detecta enseguida.
- El poema en prosa que ha cultivado en su libro La prosa del mundo (2009), ¿es sólo una experiencia formal ya superada?
El poema en prosa es una forma natural de la poesía moderna. Tiene muchos caminos. En La prosa del mundo yo intenté un camino plural que diese cuenta de la voracidad y desafuero de la vida moderna donde todo se mezcla. La prosa del mudo intenta reflejar pluralmente el ruido y la furia y la belleza y melodía de este tiempo feroz, con muchos símbolos y metáforas. Pero el poema en prosa no se supera, nada se supera. Aunque en lo que he hecho después intento cambiar.
- El culturalismo, el amor al mundo clásico tan conocido y difundido por usted, el decadentismo que impregna algunos de sus poemas, ¿tienen algo que ver con el Modernismo, con Rubén Darío?
Clasicismo y decadentismo están, por supuesto, en Rubén Darío y en
muchos otros poetas modernistas, también en los simbolistas franceses y en muchos otros... Todas las tradiciones, hoy día, son ya numerosas.
- Si tuviera que nombrar el elemento esencial de un poema, ¿qué palabra diría?
Pasión o intensidad, ante todo.
- ¿En qué momento está su producción poética? ¿Hacia dónde avanza?
Estoy en un momento autobiográfico parcialmente de mirada atrás, de
salvar lo perdido, como dijimos antes. Uno no sabe cuándo logra un proyecto. Nunca se logra del todo. Te lo dicen los buenos lectores cercanos y como siempre, el propio devenir del tiempo...
-¿Cómo se logra encontrar la voz propia? ¿Cuándo percibe uno que lo ha logrado?
La voz propia viene sola. Los demás la descubren incluso en tus defectos o posibles defectos que a veces son virtudes, según quién juzgue. Pero la voz propia no se busca, surge.
- La poesía, su poesía, es introspección, adentramiento en el yo íntimo (por ejemplo, el que subyace en Desequilibrios (2001- 2003). ¿Vuelve con frecuencia sus ojos al pasado?
Sí, Desequilibrios (además de un intento de renovar el soneto) es la
introspección varia en un yo convulso, como la belleza que amaban los
surrealistas.
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net |